El hecho ocurrió esta semana, en el barrio privado San Diego, de Resistencia. En el video que difundió una vecina del lugar, se ve como una camioneta gris atropella y deja abandonado a un perro que salió a la calle a ladrar al vehículo. Una de las ocupantes del vehículo dio su versión de lo ocurrido. “Fue un accidente”, sostuvo.

El video dura 20 segundos y muestra una cruda secuencia que se dio esta semana en una de las calles internas del barrio privado San Diego, en la zona norte de Resistencia.

Allí se puede ver como una camioneta gris atropella a un perro que salió a ladrar al vehículo. En las imágenes se ve como el conductor, lejos de intentar esquivarlo, gira en dirección al animal, le pasa por encima con las ruedas delanteras y traseras, y luego se da a la fuga.

Posteriormente, el perro se retuerce del dolor y luego se incorpora como puede. Según los vecinos, minutos más tarde, el animal murió.

En las redes sociales, una vecina del barrio publicó el video y mostró toda su indignación por lo ocurrido. “Y bueno señor, si es tan capo para asesinar un perro haciéndolo sufrir aguantese las consecuencias. Por esta gente todo está mal. Sepa que tal vez creyó que nadie lo veía pero quedó grabado su acto horroroso. Usted es una basura”, señaló la mujer y luego publicó la foto del perfil de quien presuntamente conducía el vehículo.

Johana Gribaudo, una de las personas que estaban en la camioneta, recogió el guante y dio su versión de los hechos.

“No pensaba aclarar nada, pero cuando hablan, cómo este pueblo hablan por hablar decidí responderte”, le escribió Gribaudo a la vecina. “1-Solo aclarar que nadie quiso atropellar o matar a nadie y menos al perro (somos de los pocos que respetan la velocidad que se solicita para andar dentro del barrio, por lo niños, perros y personas).

«Veníamos en la camioneta a 20 km charlando con mi novio y una amiga viendo las obras del barrio, cuando llegamos al lugar del accidente estaba viendo las casa de la derecha (kuray) y la camioneta se mueve medio metro hacia la izquierda en el momento en el que el perro viene corriendo y se mete abajo. En ningún momento la intención fue chocar al perro. Tampoco aceleró, yo no me podía bajar porque estaba en crisis cuando me di cuenta que lo chocamos sin queres, (mi novio y amiga calmándome porque me encuentro bajo tratamiento)”.

“Llegamos a nuestra casa y mi novio consultó por todos lados por el perro y nadie contesto. Viven varios perros del barrio. Que no tienen dueño y le damos de comer y agua, los perros del vecino se meten en mi pileta, hacen caca en mi jardín y nunca dije nada”.

“Yo tuve un perro discapacitado durante 6 años. Y los que me conocen saben cómo soy y más cómo es Ignacio. Estas falacias lo único que hacen es sumar basura y gente que no sabe nada y se agarran de lo primero que encuentran. Están de testigo los guardias que siempre le damos comida y los cuidamos. Pero en fin. Me duele muchísimo lo del perro, claramente no fue la intención de nadie y jamás lo será”, finalizó.