PRONÓSTICO EXTENDIDO

Asesinos, sicarios, drogas y pornografía infantil, los delitos que esconden los juegos en internet

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Comprar un pasaporte falso del Reino Unido cuesta 0,438 Bitcoins, lo que representa unos 1.135 dólares. Pedir el envío de 100 gramos de cocaína peruana, 0,140 Bitcoins o algo así como 9,20 dólares. Encargar mil billetes falsos de 10 dólares cotizan unos 4.500 de la misma moneda. Una pistola SIG Sauer cuesta unos 0,305 Bitcoins ó 790 euros. Estas son algunas de las transacciones comerciales que se ofrecen en la Dark Web o la Internet oscura, un lugar del ciberespacio al que sólo se accede a través de ciertas redes configuradas para preservar la privacidad del usuario. También allí circulan imágenes de torturas, vejaciones y pedofilia. Pero, ¿son reales o son sólo una farsa para engañar y estafar a los usuarios?







La Dark Web suele confundirse con la Deep Web o Internet profunda, donde según los especialistas vagan el 90% de los contenidos de Internet y que los buscadores como Google, Bing o Yahoo no encuentran. Pueden ser los archivos guardados en Dropbox o Google Drive, las cuentas bancarias personales, o los parámetros de búsquedas de hoteles y viajes que crean páginas temporales, que después de consultarlas quedan girando en el ciberespacio.

Matías Zavia, un bloguero de Málaga de 27 años, editor de Ciencia y Tecnología de Gizmodo, buceó durante una semana por la Deep Web luego de oír sobre ella en un capítulo de House of Cards. Navegó por los lugares más oscuros y concluyó que “uno de los grandes mitos de la Deep Web es su tamaño. Muchas veces se dice que la Deep Web es el 90% de Internet que no vemos. Pero ese 90% se refiere a páginas de Internet que están intencionadamente ocultas pero que no tienen nada que ver con lo que la gente relaciona con la Deep Web”.

“El término auténtico sería Dark Web”, explicó a Clarín. Es allí donde se ofrecen los negocios ilegales por Internet. “El último estudio que se hizo encontró 30 mil páginas diferentes dentro de TOR, que es la red más popular y la más grande dentro de la Dark Web”, agregó.

Yúbal Fernández también es español y vive de escribir sobre nuevas tecnologías. Con sus 35 años es una de las personas que más ha surfeado el submundo de la Deep Web, con casi una decena de artículos dedicados a ella. Desde Castellón, confesó a Clarín haber pasado “una temporada entera” investigando qué sucede en la Dark Web para publicar su experiencia en Xataka, el blog de tecnología más leído en España.

“La Dark Web son pocas páginas”, aclara para explicar que “está formada por las Dark Nets o redes oscuras. Está la de TOR que es la más conocida; está Free Net, Cero Net, I2P, entre otras. Casi siempre acabamos hablando de TOR porque es la más extendida y la más conocida”.

 

TOR, la puerta hacia la Dark Web

En su experiencia por el ultramundo de la web, Zavia quedó asombrado por “la facilidad con la que puedes llegar a foros de pornografía infantil”. Además, quedó impactado con “varios foros de contenido snuff, que ofrecen videos con muertes o delitos reales como grabaciones de violaciones. Algunos eran montajes, pero otros no”, aseguró. “Vi también videos de mujeres aplastando animales, como gatos o conejos, con sus tacones. No los pude terminar de ver. Sólo vi el thumbnail (versión en miniatura de la imagen) y cerré la página”.







Fernández, por su parte, quedó asombrado con “lo fácil que es realmente hacerte con cuentas robadas y contraseñas”. Investigó puntualmente estos portales en la Dark Web y describió que “hay una especie de eBay especializado” donde venden, por ejemplo, cuentas premium de Netflix por menos de un dólar. En esa pesquisa, se encontró con la venta de una base de datos con más de 350 millones de cuentas de My Space. Costaba apenas 600 dólares.

Ambos coinciden en que la Deep Web se volvió popular luego de que saliera a la luz el caso de Silk Road (“Ruta de la Seda” en inglés), un portal al mejor estilo Amazon donde se vendían drogas al menudeo. El éxito de este sitio fue la combinación de dos herramientas especialmente creadas para brindar anonimato a los usuarios de Internet: La Dark Net TOR, y los Bitcoins, la moneda virtual que no puede ser rastreada.

Los Bitcoins volvieron a ser cuestionados el mes pasado cuando se produjo el ataque con el ransomware “Wanna Cry”, que afectó a 150 países y tuvo unas 200 mil víctimas. El virus bloqueó computadoras e información sensible de los usuarios. Los hacker pedían un Bitcoin de recompensa -lo que representa unos 35 mil pesos- para que las personas y empresas recuperaran esa información.

Silk Road fue cerrado en octubre de 2013 y Ross Ulbricht, su creador, condenado en marzo de 2015 a cadena perpetua por la justicia de Nueva York. La condena intentó ser ejemplificadora para menguar la venta de drogas por Internet. Sin embargo, cuando cerró Silk Road los mercados de venta de droga empezaron a multiplicarse en la Dark Web, y con ellos también los mitos sobre delitos y atrocidades que se cometían a través de ella.

El dealer que hizo famosa a la Dark Web

Por ejemplo, hay una relación estrecha entre la parte oscura de la web y las páginas de pedofilia. Zavia aseguró que durante su excursión por la Dark Net vio “muchas página dedicadas a eso. Es una de las razones por las que la gente tiene mucho miedo de acceder a la Dark Web. Si entras a verlas, ya estás cometiendo un delito”. Aunque “hay muchas comunidades de pornografía infantil” también “están muy castigadas por la gente que quiere utilizar la Deep Web para algo bueno”.

La bibliografía existente sobre la Dark Web también menciona que allí se difunden las peores vejaciones que puede cometer el ser humano. Se habla de las llamadas Reeds Rooms, que son transmisiones en vivo de videos tipo snuff o salas de tortura. Según Zavia, esos espacios se “han mitificado bastante. A veces son montajes y no son reales. Son grabaciones que se hicieron intencionalmente para que la gente se la creyera”. Yúbal Fernández, por su parte, las consideró “una leyenda urbana” ya que no ha “encontrado ningún streaming de ese tipo y ni un enlace” al respecto.

“Contratar asesinos a sueldo también es otro de los grandísimos mitos”, aseguró Fernández, quien se ha dedicado a investigar puntualmente este tipo de servicios. “En la mayoría de los mercados de la muerte en la Dark Web hay estafadores y mitos. Hay varias comunidades con gente que hace muchos años está navegando por allí. Ahí preguntas y la respuesta siempre es la misma: son estafas”, sentenció.

Sí hay otro tipo de transacciones espurias. “Hay servicios que ni sabías que existían, como por ejemplo el de lavado de Bitcoins, de falsificación de billetes y tarjetas de crédito clonadas”, detalla Zavia. Pero enseguida aclara: “En la Dark Web es muy fácil que te estafen, al que cree que le va a llegar una tarjeta de crédito clonada o una play station robada, nunca le llegará”. En cuanto a hackers que ofrecen vender virus o servicios para extorsionar personas, aseguró que “nunca se sabe cuáles son reales y cuáles, estafa”.







Cristian Gallardo es gerente regional para América Latina de la empresa de antivirus Avast; contó a Clarín que “los virus también se comercializan y se venden en las Dark Nets y los hackers lo hacen desde hace allí para estar aún más de incógnito”. Pero remarcó que la “Dark Net da más anonimato, pero a los hackers no les importa mucho porque tienen herramientas para lanzar un virus a la Internet sin ningún tipo de protección”.

Avast es el antivirus líder en la Argentina con un 60% del mercado, y recientemente adquirió AVG que maneja otro 24% de la torta, lo que significa que los antivirus de la empresa están instalados en unas 6,6 millones de computadoras del país.

“Sabemos que ahí (en la Dark Net) se están vendiendo virus. Tenemos equipos que están buscando en cada rincón de Internet, sea la privada o la standard. Buscan dónde puede estar la oportunidad para el hacker, y así poder interceptarlo y mejorar nuestra protección”, agregó.

Horacio Azzolin, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), confirmó a Clarín que tienen investigaciones sobre delitos cometidos a través de la Deep Web, pero no pudo dar detalles porque “son casos en trámite”.

La UFECI depende de la Procuración General de la Nación e interviene en casos de ataques a los sistemas informáticos, en causas donde se usa ese tipo de tecnología para cometer delitos y crímenes en los que sea necesario realizar investigaciones en entornos digitales. Además, forma parte de varias redes de cooperación internacional y realiza investigaciones con fuerzas de otros países, como por ejemplo Interpol y el FBI de los Estados Unidos.

“En algunas investigaciones se observa la existencia de un sitio o de un delito cometido a través de la red superficial que lleva a la Deep Web”, explicó el fiscal. Detalló que existen técnicos del área “que navegan por ella” y remarcó que han detectado delitos que repercuten en la Argentina.

Todos los consultados coinciden en que los negocios oscuros que se supone son moneda corriente en el lado oscuro de Internet, también existen en alguna medida en la llamada Internet superficial.

Yúbal Fernández contó además que en su investigación para comprobar la veracidad de las páginas que ofrecían sicarios en la Dark Web, cuando pudo encontrar alguien que potencialmente hiciera ese trabajo, sus servicios también se ofrecían en la Internet convencional.

“Si un hacker crea un virus para ganar dinero, siempre va a buscar donde hacer más daño”, sostuvo Cristian Gallardo, por eso asegura que “en la Internet que nosotros utilizamos hay posibilidad de poder propagarlo”. Según informó, Avast bloquea “ en un mes el 80% de los Web sites que tiene algo ilegal, lo que representa evitar más de 500 millones de visitas a sitios maliciosos” en todo el mundo.







La Dark Web tiene mala fama porque como toda nueva tecnología puede ser utilizada para el bien o para el mal. Pero algunas Dark Nets también albergan espacios de debate y discusión cuyos participantes prefieren mantenerse en el anonimato por distintas razones. Matías Zavia explicó que allí “proliferan los whistle blowers, personas que comparten secretos en Internet, con la filosofía que tenía por ejemplo Wikileaks”.

“Llaman la atención por los temas tabú”, consideró Yúbal Fernández. Azzolin también aclara que en la Dark Web se pueden además encontrar sitios “de la disidencia de un régimen que no da libertad de expresión, o periodistas que investiguen, por ejemplo, sobre los Panamá Papers”. Evaluó que “no es mala por sí sola, en ella se cometen delitos como en Corrientes y Florida”.