Por eso tenemos que saber que el mejor lugar desde donde cambiar el mundo es el aula. Allí los maestros cumplen el rol indispensable de motivar los aprendizajes que nos marcarán para toda la vida. Por eso, el aula es ese espacio fundamental de crecimiento y construcción de nuestra identidad. Así lo entendía Sarmiento, en tributo a quien conmemoramos esta fecha: que el fortalecimiento de una identidad desde la escuela era la manera de reunir una sociedad dividida culturalmente.

Considero que la educación es la herramienta para formar ciudadanos críticos que aporten al sistema democrático, defendiendo la pluralidad de pensamiento y la diversidad de ideas. Es fundamental en este sentido continuar avanzando con la alfabetización a lo largo y a lo ancho del territorio provincial para que no haya ningún chaqueño que no sepa leer y escribir, para que pueda acceder luego a los distintos niveles de enseñanza y pueda decidir cuál es su vocación para trabajar en lo que le gusta.

Las aulas deben ser ese espacio en donde cada niño, joven y adulto reciba las herramientas para discernir sobre su futuro, que a en sentido amplio es el futuro de la Patria, la que estamos construyendo en conjunto.

En esta meta, los maestros ocupan un lugar central, ya que la educación es la que abre la puerta hacia una sociedad cada vez más libre, justa y madura. Pero es desafío de todos convertir la inequidad socioeducativa en inclusión plena, es decir: educación de calidad, recuperando los valores, respetando las identidades interculturales y la diversidad.

Por eso convocamos a formar un gran compromiso educativo desde el Estado con los docentes y las familias, con el objetivo común de generar las condiciones de que todos los niños y niñas estén en la escuela y puedan adquirir una educación de calidad, no sólo de conocimientos sino también de valores.

De allí nuestro compromiso con los docentes: tenemos la firme decisión de acompañar y reivindicar a aquellos que le ponen vocación y responsabilidad a su profesión, en una actitud de entrega hacia la comunidad. A aquellos educadores que se ponen al hombro la labor de enseñar y de garantizar que los niños efectivamente estén en el aula y sea un lugar de contención y construcción ciudadana. A aquellos maestros que se dieron cuenta con el tiempo que la tarea de educar, finalmente, no se agota en transmitir contenidos: es una cuestión que lo involucra por completo, como ser humano en su dimensión más integral, y están comprometidos con eso.

Por eso hoy quiero reivindicar a los maestros que con mucha pasión, ética y compromiso llevan adelante su tarea docente, teniendo en sus manos la posibilidad de transformar la vida de los alumnos a través de la educación; y que toman con mucha vocación el desafío de enseñar a pensar críticamente; enseñar a convivir, a generar vínculos sólidos; y en nuestra provincia, enseñar la diversidad cultural, ambiental y lingüística que nos define como chaqueños y nos posiciona en el mundo.

A los maestros chaqueños que día a día con cuerpo y alma defienden la educación en nuestra provincia, y que son el orgullo y ejemplo de buenos valores, les deseo un feliz día.»