40 años después de recuperada la democracia, el Poder Ejecutivo vuelve a aplicar la calificación perimida de “falsos turistas”, para impedir la entrada a nuestro país de turistas y ciudadanos de Brasil residentes en la Argentina.
El gobierno del presidente Javier Milei, quien todavía vive un proceso de acomodación a sus funciones, resolvió de pronto resucitar una cláusula que data de la Dictadura Militar. 40 años después de recuperada la democracia, vuelve a aplicar la calificación perimida de “falsos turistas”, para impedir la entrada a nuestro país de turistas y ciudadanos de Brasil residentes en la Argentina.
La Dirección Nacional de Migraciones rompe, de este modo, acuerdos con el Mercosur y otros bilaterales con Brasil, firmados hace tiempo. La dimensión que tomaron los casos ya tuvieron respuesta de Itamaraty. La diplomacia brasileña le recordó a la cancillería argentina, comandada ahora por la ministra Diana Mondino, sobre la violación de esos pactos.
En 2002, los cuatro países del bloque sureño: Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina, más Bolivia y Chile, unificaron las normas para la residencia permanente de cualquier ciudadano de esas 6 naciones en el país receptor. El objetivo está perfectamente delineado en el texto de la resolución: se trata de “fortalecer y profundizar el proceso de integración así como los vínculos fraternales” y define como esencial “la libre circulación de personas (de los países firmantes) en la región”. Señala, también, que la residencia puede ser fijada aun cuando el ciudadano esté en “situación migratoria irregular”.
En 2005, Brasil y Argentina divulgaron un nuevo pacto inmigratorio, que fue oficializado en enero del 2009. Esta medida habilitó la inmediata otorgación de residencia permanente a nacionales brasileños y argentinos, por el respectivo país receptor.
Y fija los documentos que deberán ser presentados: pasaporte o DNI, certificado de ausencia de antecedentes penales, comprobante de la fecha de ingreso al territorio y certificado de nacimiento. A esto le adiciona un parágrafo muy importante: “Los nacionales de una parte que se encuentren en situación irregular en territorio de la otra parte podrán requerir la regularización migratoria, con la presentación de los documentos mencionados”.
¿Cuáles fueron los argumentos para deportar decenas de estudiantes que asisten a universidades argentinas? Según indicó la abogada Liziana Rubim, citada por el diario Folha de Sao Paulo, “la justificación es falta de documentos” y por consiguiente la calificación de falso turista. “Es una conducta arbitraria que rechazó el ingreso de muchos brasileños, quienes además sufrieron discriminación”, agregó. Las normas establecen que la permanencia turística se extenderá por 90 días, como turistas. Pero turistas brasileños y argentinos, en ambos países receptores, podrán extender ese lapso por otros tres meses.
Según fuentes de la diplomacia brasileña, “la relación con el gobierno de Milei no fue tan problemática como se suponía”.
El eje de los rechazos de entrada al país está en la comunidad de los brasileños que asisten a universidades argentinas, públicas o privadas.
Es eso lo que llevó a la cancillería argentina a responder a Itamaraty que los estudiantes brasileños deben “ingresar mediante la visa apropiada”. Los diplomáticos indicaron que eso “muestra una falta de disposición” de los funcionarios argentinos, aun cuando juzguen que el tema podrá “contornearse”.