Una encuesta mostró un fuerte descenso de los puestos de trabajo, ante el derrumbe de la demanda y las complicaciones para las exportaciones. Sin embargo, la mayoría de las empresas tienen expectativas positivas para el año próximo.
Una encuesta que realizó la Unión Industrial Argentina (UIA) entre sus socios de todo el país mostró que las fábricas nacionales profundizaron la crisis de actividad ante la depresión del mercado interno y las dificultades de las empresas para la exportación. Además de señalar la continuidad de los despidos de empleados, ante la recesión, los industriales comenzaron a evidenciar problemas para afrontar la cadena de pagos.
“El Monitor de Desempeño Industrial (índice MDI), que adelanta el ciclo de actividad industrial, volvió a encontrarse por debajo de 50 (niveles de contracción) por octava vez consecutiva. En esta ocasión, se ubicó en 35,5, lo que representó una caída de -4,9 p.p respecto al mismo mes del año pasado”, destacó el informe de la UIA.
Según el indicador, la contracción de la actividad quedó demostrada a partir de la ponderación de los resultados para la producción, el empleo, el tiempo de entrega y el stock de insumos. “El resultado obedece a que en la mayoría de los indicadores se observaron datos contractivos”, señaló el informe, que precisó que “el 53% de las empresas encuestadas enfrentó caídas de la producción, el 60% caída en las ventas, el 37% caídas en las exportaciones y el 24% caídas en el empleo”.
El dato destacado es que “la situación alcanzó a todos los segmentos de empresas, con especial impacto en el entramado pyme”.
Se asoma la crisis en la cadena de pagos
Si bien en la comparación con el relevamiento anterior, que la UIA realizó en enero pasado, los porcentajes fueron “ligeramente menores” por “motivos estacionales”, el análisis que realizó el Centro de Estudios Económicos de la entidad fabril destacó que “la excepción se vio en los datos de empleo, donde aumentaron las empresas con disminución de su dotación, al valor más alto de la serie (desde 2021)”. Además de reducción de personal, las empresas aplicaron suspensiones y redujeron turnos.
“En este contexto, aumentaron las empresas con dificultades para hacer frente a sus pagos. El 12% de las empresas encuestadas presentó problemas para afrontar integralmente todas sus obligaciones (salarios, proveedores, compromisos financieros, tarifas de servicios públicos e impuestos), el valor más alto de la serie. Los mayores atrasos fueron en el rubro impuestos”, afirmó la UIA.
Ese dato puso en alerta a todo el sector, que había registrado durante el primer trimestre una tensión en la cadena de pagos, pero que ahora puede comenzar a romperse ante la continuidad de la crisis de consumo y ante la imposibilidad de continuar con mayores ajustes adentro de los portones.
El problema que señalaron ejecutivos y empresarios industriales consultados es el impacto en todo el entramado fabril que generará la falta de pagos a proveedores. Por el momento, el primer perjudicado es el Estado, porque las tasas municipales y los impuestos provinciales y nacionales fueron los primeros ajustes.
Industrias en crisis, pero con expectativas positivas
Las empresas confirmaron que la situación económica por la que atraviesan en la actualidad “está peor que hace un año”. “Esto se observó tanto en las percepciones sobre la propia empresa (58,4%), como en la situación del sector de actividad (77,2%) y el país (67,2%)”, destacó la encuesta de la UIA. La caída de la demanda interna, más la ausencia de compensaciones en las exportaciones crearon un combo de crisis.
“El 60% tuvo caídas de las ventas al mercado interno, en comparación al 50% en octubre 2023. El porcentaje de empresas que tuvo caída de las exportaciones (37%) fue menor que el del mercado interno. Los sectores más afectados por las bajas en las exportaciones: Automotor, Confecciones, cuero y calzado, Edición e impresión y Metales comunes. El índice de difusión se ubicó en -47,9% y -25,9% para las ventas locales y exportaciones, respectivamente”, destacó el relevamiento.
Sin embargo, el grueso de los empresarios se mostró optimista en relación con las expectativas para dentro de un año: “el 62,1% de las empresas espera que la situación económica de su empresa mejore en el próximo año, mientras el 68,3% esperan una mejora en la situación del país”. Esta posición validó el humor institucional de la UIA, que suele alertar por la crisis actual, pero reitera su respaldo al modelo de ajuste y de reformas que instaló el gobierno del presidente Javier Milei.