Las fuerzas aéreas de Argentina y Bolivia hicieron esta semana ejercicios conjuntos en el límite norte para coordinar la persecución de vuelos ilegales, gran parte de ellos con cargamento de drogas y piratería. La porosidad y la debilidad de las fronteras argentinas se convirtió una obsesión para el gobierno de Mauricio Macri, quien se van encontrando con situaciones insólitas como la del radar fijo que nunca se pudo levantar en Formosa porque el gobernador Gildo Insfran no habilitó las obras de infraestructura que necesitaba
Las demora en las obras datan de 2014 cuando la Fuerza Aérea recibió tierras fiscales de 1 kilómetro cuadrado en la zona de Pirané. Se trata de un terreno elevado en el que debía ser instalado un equipo tridimensional de largo alcance que fabricó el Invap, de una serie de seis en total que había pedido la fuerza.
La instalación del radar era incluso un plan que viene de la gestión anterior, como parte del llamado Escudo norte que prevé la instalación de siete radares en la zona, tres de los cuales –casi la mitad- tenían que instalarse en Formosa, dos en Misiones, uno en Resistencia, Chaco, y otro en Tartagal, Salta.
Pero para el radar en Pirané hacía falta mucho trabajo provincial, que incluye el desmonte del lugar, la provisión de energía eléctrica, la construcción de una casa para el personal de guardia y el tendido de fibra óptica para la trasmisión de datos.
Por su cercanía a los centros de producción de cocaína y marihuana –en Paraguay y Bolivia-, Formosa es crucial en el mapa del armado del narcotráfico como también en el de la lucha contra el mismo.
Los radares son cruciales para el bloqueo de las rutas aéreas y la interceptación de vuelos ilegales, en un sistema integral que se complementa con sellado de rutas y vías fluviales.
Insfrán quedó en una posición sumamente incómoda hace unos días luego de que se encontraran 2.5 toneladas de marihuana encubiertas en un camión de zapallitos. El vehículo que trasladaba el cargamento estaba a nombre de de una sobrina del funcionario peronista, que gobierna la provincia desde 1995.
«Es un delito federal cuyos responsables directos de combatirlos son las fuerzas federales», dijo Insfrán para despegarse de los hechos. Señaló también que con el gobierno de Cristian Kirchner, el estado formoseño colaboró en la instalación del radar en la ciudad de Las Lomitas, la creación del fuero de narcomenudeo y la reciente creación del Instituto de Investigación y Asistencia al Adicto.
Sin embargo, la falta de colaboración de Insfran en la instalación de este radar fijo es una de las más grandes deudas de su provincia. El ministerio de Planificación, que comandaba Julio de Vido le giró los fondos para la infraestructura que necesitaba el radar de Pirané y sin embargo estás no fueron hechas, y no hay señales de que haya fecha para el inicio de las obras.
Hoy Pirané está cubierto con el radar de Saenz Peña, modernizados por Invap y colocado en la gestión del Ministro Julio Martínez, pero ese es un radar móvil. No es lo mismo que uno de los radares primarios argentinos, más potentes que se buscó instalar allí. También cubre la zona radares en Ingeniero Juárez, Las Lomitas, San Pedro, Pirané y Merlo, para apaciguar la necesidad estratégica de cubrir espacios limítrofes.
Después está el radar fijo de Resistencia fue concebido cuando el brigadier general Normando Costantino era el titular de la fuerza. «Esa base, que posee un radar de origen español Westinghouse AN-TPS43, se construyó en 2007; consta de un edificio de tres pisos con alojamiento para una dotación de 300 personas e instalaciones destinadas a equipos y logística», explicaron a Clarín en la fuerza