Lo confirmó el ministro de Energía tras la reunión a contrarreloj que mantuvo con representantes del sector.
Aseguró que será «la única» alza del trimentre pero adelantó: «La próxima suba será la primera semana de abril», aunque no especificó el porcentaje.
La reunión entre los petroleros y el Gobierno llegó a un principio de acuerdo al menos en lo que se refiere a los refinadores y productores indicó el ministro de Energía, Juan José Aranguren, al término de la reunión y ratificó que desde mañana las naftas aumentarán un 8%.
El funcionario indicó «que la gran mayoría de ellos llegaron a un acuerdo para tener un sendero de precios que nos permitan acercarnos en los próximos meses a los precios internacionales», dijo Aranguren a los periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda.
Aunque aclaró que «hay algunos productores de crudo pesado que todavía no están convencidos de que la velocidad para hacerlo es la que está planteada y quedaron en los próximos días para que ellos lo puedan acordar», explicó el ministro.
Respecto a la suba de las naftas y el gasoil Aranguren explicó: «Si bien no es una decisión del ministerio, creo que con alto nivel de probabilidad las naftas y gasoil, todos los productos por igual, mañana estarán aumentando en un 8% y este será el único aumento en este trimestre. El próximo será en la primera semana de abril».
El aumento de las naftas y el gasoil en las estaciones de servicio ya había recibido luz verde del Gobierno, pero ahora está siendo utilizado para presionar a las petroleras y conseguir una baja en el precio del barril criollo de petróleo.
Ese barril tiene un precio promedio de unos 60 dólares y el Gobierno pretende que descienda al mismo nivel que el barril de «light sweet crude» (WTI) que se ubica en torno a los 51 dólares en los contratos para entrega en febrero en el New York Mercantile Exchange.
El Gobierno, las provincias que integran la Ofephi, las empresas y los gremios venían conversando un cronograma para que el barril de crudo local empiece a converger con el precio internacional, pero ahora parece estar todo trabado.
Esa diferencia que ronda los 9 dólares a favor del petróleo argentino había sido acordada en su momento por el kirchnerismo para garantizar ingresos a las compañías y que no despidieran trabajadores, pero ahora la administración Cambiemos quiere «normalizar» el mercado.