Así lo aseguró la concejal por Vamos Chaco, Luisa Palaya. La edil había mostrado en su cuenta de Facebook el “desastre ecológico” que provocó la decisión de cerrar la boca del riacho Arazá para posibilitar la extracción de palometas de El Paranacito.

Dijo que el lugar nunca debería haberse presentado como un balneario.

A esta altura, el flamante balneario El Paranacito ya generó más dolores de cabeza que satisfacciones. Al ataque de palometas que sufrieron los primeros bañistas se le sumó otro ingrediente: la aparición de miles de peces muertos. ¿El motivo? Justamente, la erradicación de las palometas.

 Es que tanto el gobierno provincial como el municipio iniciaron un operativo para sacar a estos peces dañinos del balneario, principalmente a través de bombas extractoras de agua.

A esta acción se le sumó el cierre de la boca del riacho Arazá, que une con el arroyo El Tala, impidiendo así que corra el agua naturalmente hacia El Paranacito.

Esta acción secó El Tala casi en su totalidad, provocando la muerte de miles de peces.

 “Este es el desastre ecológico que está causando el intendente de Puerto Vilelas, Marcelo González, al cerrar la boca del Riacho Araza donde se une con el Riacho El Tala impidiendo la corriente del agua por su capricho en hacer funcionar el balneario a cualquier costo”, escribió en su cuenta de Facebook la concejala de Puerto Vilelas por Vamos Chaco, Luisa Palaya.

 “No le interesa la fauna, la flora ni nada. Tampoco les interesa los pobladores de su localidad, que muchos de ellos viven de la pesca. ¿Dónde está fauna que anoche estuvo en este camino controlando a los pescadores?, se preguntó.

 En diálogo con FM Radio Ciudad, anticipó que evalúa iniciar acciones legales contra las personas que autorizaron esta medida que provocó un desastre ambiental en el lugar.

“Estoy trabajando con mi asesor legal para hacer la denuncia donde corresponde. Que se haga cargo la justicia porque alguien tiene que responder por esto. Fauna muchas veces atrapa a los pescadores que sacan un pescadito para sustentarse ya ahí murieron miles y fauna no estaba presente”, indicó.

 “No estoy en contra de la playa, pero me no parece justo sacrificar miles de vidas de peses por dos meses de playa. El Paranacito es hermoso porque se puede acampar, pasear en lancha pero para hacer playa, no es el lugar, menos a costa de la mortandad de peces”, afirmó.

 De todos modos, advirtió que este lunes recorrió la zona y constató que los pobladores rompieron la obstrucción y el riacho comenzó a retomar su cause natural.