Según el estudio que difundió la UCA, hay un total de 13 millones de pobres en la Argentina y 2,7 millones de indigentes.
En el tercer trimestre de 2016, el porcentaje de pobreza fue de 32,9 por ciento y el de indigencia de 6,9 por ciento, lo que marca un incremento con respecto a las mediciones de los primeros seis meses del año cuando fueron de 32,6 y de 6,2 por ciento.
Pero, si la cifra se retrotrae a diciembre de 2015, hay 1,5 millón de nuevos pobres y 600 mil de ellos (40 por ciento) son nuevos indigentes debido, según el titular del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia, a «las consecuencias del shock de la devaluación y la inflación».
De acuerdo al informe de la UCA, en el segundo semestre se registró una desaceleración en el incremento de la pobreza que tuvo su pico de aumento en el primer cuatrimestre de 2016, aunque no se detuvo el nivel de crecimiento de la indigencia, sino al revés.
El especialista explicó que, de acuerdo a la encuesta realizada en 5.700 hogares, la pobreza viene incrementándose desde el año 2011, pero tuvo un «salto importante en 2016», a la vez que enfatizó que «el sector más perjudicado fue el indigente».
Al respecto, dijo que «las medidas de ajuste económico, el contexto internacional adverso, la política anti-inflacionarias y la rezagada inversión pública y privada habrían agravado el escenario de crisis, más recesivo y adverso en materia de empleo y poder adquisitivo para amplios sectores sociales».
Asimismo, Salvia aseguró que, en los últimos meses, «se vé una reactivación en el mercado de trabajo, pero hay una caída en los ingresos, que es lo que tiene impacto real en la pobreza» por lo que para revertir esta situación los «salarios deberían estar unos puntos por sobre la inflación o debería haber un shock», aseveró.
Durante la conferencia de prensa, Salvia expresó que la Argentina «está lejos de garantizar índices mínimos de inclusión social» y advirtió que «esto requiere algo más que crecimiento económico».
Además, planteó que «hay una pobreza persistente que resiste en la caída», en tanto subrayó que «la Argentina viene experimentando un aumento en sus desigualdades estructurales».
«Celebro que desde el Gobierno pongan en agenda la ‘pobreza cero’, pero esto tiene que ser una estrategia de políticas públicas, lo que también significa volcar recursos» para lograr ese objetivo, concluyó.