Desde Estados Unidos, se conocieron que los desembolsos totales serán de USD 57.100 millones, lo que representa un incremento de USD 7.100 millones con respecto a la deuda ya tomada por el gobierno de Mauricio Macri.
Argentina y el FMI anunciaron la nueva cifra de endeudamiento del Programa Stand-By (SBA) de 36 meses aprobado el 20 de junio pasado.
«El acuerdo negociado será enviado al Directorio Ejecutivo del FMI para su consideración», indicó Christine Lagarde.
«Hemos acordado mejorar los montos», destacó Nicolás Dujovne, quien aseguró ya no tienen «carácter precautorios como establecía el acuerdo original» alcanzado en junio último.
Además, señaló que ante la volatilidad, se decidió «reemplazar metas de inflación por una regla simple y verificable sobre los agregados monetarios para reducir la inflación».
En tanto, aseguró: «Mantenemos nuestro compromiso de tipo de cambio flexible».
Comprende desembolsos totales por USD 57.100 millones, lo que representa un incremento de USD 7.100 millones con respecto a la deuda externa previa.
Además, según Hacienda, hasta 2019 el FMI «asegurará financiamiento por USD 36.200 millones». Se incrementa en USD 19.000 millones el financiamiento disponible hasta fines de 2019.
Agregan además que «los fondos del programa ya no serán tratados como precautorios y estarán disponibles para su uso como apoyo presupuestario».
En este escenario de más deuda, el gobierno macrista resolvió continuar con la implementación de «un conjunto de políticas orientadas al fortalecimiento de la economía argentina».
«La convergencia más rápida al equilibrio fiscal primario es un paso decisivo hacia la reducción de las necesidades de financiación del gobierno, lo que robustecerá la economía argentina», dijeron desde Hacienda.
«Se prevé alcanzar el equilibrio fiscal primario en 2019, un año antes de lo previsto en el anterior acuerdo. Asimismo, en 2020 se alcanzará un superávit primario de 1,0% del PBI», sostuvieron sin detallar cómo se conseguirán esas metas.
«Se reforzará el compromiso del Banco Central con la reducción de la inflación. El Banco Central adoptará un régimen de política monetaria más contundente, en el cual se hará un control estricto sobre el crecimiento de los agregados monetarios.
Además se mantendrá la libre flotación del tipo de cambio, aunque con intervenciones bajo lineamientos que serán anunciados oportunamente por el BCRA», aseguraron.
«Se acordó que el gasto en asistencia social deberá mantenerse por encima 1,2% del PBI. Hay que destacar que el acuerdo prevé un incremento de hasta 0,2% del PBI en la asignación presupuestaria para el gasto social de ser necesario», dijeron.