De acuerdo con los datos proporcionados por la Prefectura del puerto de Corrientes, el caudal del río Paraná alcanzó ayer a 4,64 metros con tendencia creciente, dejando atrás los 3,80 metros que marcó a fines de abril.
La situación es reflejo de las intensas precipitaciones que causan el aumento del caudal del río desde Iguazú y en toda su cuenca baja.
Ayer el registro oficial en el Puerto correntino se mostró con tendencia creciente, pasando de 4,35 metros el viernes a 4,64 m en la jornada del sábado. La situación comenzó a generar preocupación en el sector de los combustibles, como también en lo que respecta a la protección de recursos naturales.
Los altibajos del cauce del río Paraná desde mediados del año pasado vienen siendo muy pronunciados generando algunos inconvenientes como sucediera en agosto de 2018, cuando se registró una altura de 2,15 metros, impidiendo que las barcazas con hidrocarburos pudieran acceder a Puerto Vilelas, punto de aprovisionamiento para las estaciones de servicios de gran parte del NEA.
Mientras que el último pico de importancia se dio en noviembre pasado cuando el Paraná alcanzó a 5,59 metros afectando a quienes viven y trabajan en los barrios bajos de la Capital de Corrientes.
La tendencia creciente se muestra desde el puerto de Posadas hasta Santa Elena en Entre Ríos. En este puerto el alerta se dará cuando el río llegue a los 6,50 metros, mientras que el nivel de evacuación en el Puerto local es de 7 metros.