“Hoy estamos imponiendo sanciones a algunas entidades chinas por transportar deliberadamente petróleo desde Irán, en contravención de sanciones [previas] estadounidenses”, dijo el secretario de Estado durante la conferencia anti iraní.
«Le estamos diciendo a China, y a todas las naciones, que sepan que sancionaremos cualquier violación a las sanciones en cualquier actividad”, subrayó.
En esa línea se pronunció también el presidente Trump el martes, durante su intervención en la Asamblea General de la ONU. Allí afirmó que “ningún gobierno responsable debe subsidiar la sed de sangre de Irán”. Y agregó: “Mientras la conducta amenazante de Irán continúe, las sanciones no serán levantadas”.
El presidente de Estados Unidos, pese a las crecientes tensiones, reiteró que no pretende una guerra con Teherán: “Estados Unidos no busca el conflicto con ningún país, pero nunca dejaré de defender los intereses estadounidenses”.
Este miércoles el jefe de Estado iraní, Hassan Rohani, descartó iniciar un diálogo con Trump, a menos que Washington levante las sanciones que pesan sobre la República Islámica.