El cuadro de singles del tenis olímpico se abrió esta madrugada con suerte dispar para los argentinos, ya que los «Peques» Nadia Podoroska y Diego Schwartzman fueron los únicos que pudieron sortear la primera rueda, donde se quedaron Federico Coria, Facundo Bagnis y Francisco Cerúndolo.
La rosarina Podoroska, de 24 años, y número 38 del mundo, dio la primera alegría cuando aprovechó el abandono de la kazaja Yulia Putintseva, quien presentaba un cuadro febril y no pudo continuar cuando el marcador estaba 7-6 (4) y 1-3 en favor de la argentina, luego de 90 minutos de juego en el complejo Ariake de Tokio.
Para Podoroska es su primera experiencia olímpica y chocará en la siguiente ronda con la rusa Ekaterina Aleksandrova, 34 del mundo.
«Fue un partido duro y con un primer set en el tie-break con mucho calor, donde lo pude hacer bien y en el segundo se sintió mucho más. Una lástima por ella (Putintseva) porque las condiciones estaban duras», indicó.
Ya en el amanecer de la Argentina, fue el «Peque» Schwartzman el que selló su pasaje a la segunda ronda, con una victoria de menor a mayor contra el peruano Juan Pablo Varillas (122°).
El porteño, 13 del ranking mundial, se impuso con parciales de 7-5 y 6-4 en la cancha 2 del complejo olímpico, bajo un intenso calor que promovió las críticas del tenista argentino para con la organización.
«Es ridículo arrancar a jugar a las 11 de la mañana con 37 de térmica. Se podría arrancar un poco más tarde cuando baja un poco el sol y hay más viento. Es una pena que no tengan en cuenta eso en un torneo que se juega cada cuatro años», tiró Schwartzman, en declaraciones a TyC Sports, mientras espera por conocer su rival en segunda ronda que saldrá del ganador del cruce entre el checo Tomas Machac (145°) o el portugués Joao Sousa (137°).
Varillas le presentó un desgaste mayor al que podría llevarse a cabo en el circuito profesional, pero la falta de competencia sobre cemento y tener enfrente un rival sin nada que perder, son argumentos que utilizó el porteño para explicar su performance.
«Hay muchos motivos: no jugaba en cemento desde hacía más de dos meses, en Miami; lo hice contra un rival que no conocía y era mi debut olímpico», resaltó. «Al principio estaba tenso, más que cometer errores no tenía impacto. En el segundo set pude mejorar pero él también jugó bien. Creo que lo más positivo fue haber tenido mis mejores momentos en el cierre de cada set», resumió en diálogo con TyC Sports.
Las malas noticias llegaron por las caídas del rosarino Federico Coria, el santafesino Facundo Bagnis y el porteño Francisco Cerúndolo, con diferentes matices pero valiosas participaciones pensando en el futuro.
Coria (62° del ranking mundial y de 29 años) y Bagnis (80°) dieron batalla pero fallaron en los momentos clave de sus encuentros ante el kazajo Mikhail Kukushkin y el alemán Dominik Koepfer, con parciales de 7-6 (4) y 7-5, y 3-6, 6-3 y 7-5, respectivamente.
Cerúndolo, de 22 años y 116 del ranking ATP, que clasificó a Tokio 2020 a último momento por la baja del suizo Roger Federer, jugó más de tres horas bajo un intenso calor pero no pudo con el británico Liam Broady, que lo venció 7-5, 6-7 (4) y 6-2.
El tenis argentino (que consiguió cinco medallas a lo largo de la historia olímpica) ya había sufrido las eliminaciones de las dos parejas que presentó en el cuadro masculino de dobles, también en primera ronda: Schwartzman-Bagnis y Horacio Zeballos-Andrés Molteni.
Fuente: NA