El gobierno de China luego de interminables negociaciones había dado un paso significativo para volver a financiar la construcción de las represas de Santa Cruz. Esa fue al menos la lectura del embajador Sabino Vaca Narvaja luego de una reunión con el presidente de la empresa encargada de construir las hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
La decisión se anunció en la víspera de una vista de Estado de Alberto Fernandéz a Beijing y luego que se revelara que el gobierno analiza volcarse al eje de Rusia y China si la administración Biden no ayuda a la Argentina a destrabara el acuerdo con el FMI.
El gesto de la potencia asiática se produjo este lunes durante una reunión que Vaca Narvaja mantuvo este lunes con Song Hailian presidente de China Energy Engineering Corporation, la casa matriz de Gezhouba Group Corporation, la firma encargada de construir las represas.
Durante el encuentro, el embajador argentino afirmó que es inminente la firma de una nueva adenda financiera que habilite la financiación que se trabó durante el gobierno de Macri y hasta ahora no volvió. La adenda contempla los costos adicionales motivados en cambios en el diseño previsto inicialmente, así como adecuar el presupuesto a las nuevas condiciones macroeconómicas de la argentina.
Las represas, ubicada en la Provincia de Santa Cruz tienen como objetivo la generación de 1310MW de energía totalmente limpia. Se trata del desarrollo hidroeléctrico más grande de China en todo el continente.
Hace apenas dos años estas obras estaban paradas y hoy se encuentran nuevamente encaminadas para seguir contribuyendo a nuestra soberanía energética. Junto con el presidente de Energy China hemos allanado el camino hacia la construcción definitiva de ambas represas.
«Hace apenas dos años estas obras estaban paradas y hoy se encuentran nuevamente encaminadas para seguir contribuyendo a nuestra soberanía energética», afirmó el embajador al terminar la reunión con Song Hailian y agregó: «Junto con el presidente de Energy China hemos allanado el camino hacia la construcción definitiva de ambas represas».
El acercamiento a las dos potencias rivales de Estados Unidos incluye una cumbre de Alberto Fernández con Putin, en la previa de su visita a China y otro gesto concreto: la decisión del Gobierno de comprarle trenes a Rusia.
Se trata de un giro que Cristina Kirchner impulsa y comparte, pero que no todo el albertismo acompaña. Gustavo Beliz, uno de los asesores más cercanos al Presidente, según el kirchnerismo boicoteó todo lo que pudo los acuerdos con China y Rusia.
«Si bien el modelo de las vacunas demostró los beneficios que trae para el país de apostar a Rusia y China, no todo el gobierno esta convencido de esto. Hay quienes agitan estas relaciones como estrategia de negociación, para mostrarle un endurecimiento al fondo y preocupar a Estados Unidos», afirmó un funcionario de la Cancillería.
Como sea, el avance de las negociaciones con el gigante asiático se enmarcan en el nuevo Plan Quinquenal Integrado, que negocia el canciller Santiago Cafiero con la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China.
Una larga lista de anuncios de mega inversiones que incluyen el reciente anuncio de la Secretaría de Energía que conduce Darío Martínez, sobre el desembolso de 1100 millones de dólares de Chins para reforzar el tendido eléctrico en el área metropolitana, cuya fragilidad quedó en evidencia con los recientes apagones.