Un equipo internacional de geólogos acaba de publicar en Nature Communications un estudio preocupante. Campi Flegrei, una extensa área volcánica que se encuentra apenas a 9 km. al noroeste de Nápoles, parece estar llegando a su punto crítico de presión, lo que podría llevarle a entrar en erupción.
Se cree que fue precisamente este supervolcán el responsable de la extinción de los neandertales, y sus «despertares» han sido, desde hace miles de años, los más destructivos que ha conocido el continente europeo. En sus alrededores viven actualmente más de 500.000 personas.
Muchos creen que un supervolcán es parecido a un volcán convencional, solo que mucho más grande. Pero no es así. En realidad, se trata de extensas zonas de actividad volcánica, formadas cuando se produce una erupción lo suficientemente grande como para que un volcán se derrumbe sobre sí mismo, dejando un gran cráter y un paisaje lleno de géiseres, actividad hidrotermal y ácido sulfúrico. Yellowstone, en Estados Unidos, es un buen ejemplo de ello.
Y aquí, en Europa, Campi Flegrei (que significa «campos ardientes») es el que se lleva la palma.
Esta antigua caldera, formada hace 39.000 años, surgió de la mayor erupción que Europa haya visto en los últimos 200.000 años. Consta de 24 cráteres diferentes y de toda una serie de grandes edificios volcánicos, la mayoría de ellos sumergidos bajo el mar Mediterráneo.
Desde su formación, Campi Flegrei ha hecho erupción dos veces, una hace 35.000 años y otra hace 12.000, además de otra más «pequeña» sucedida en 1538, que duró ocho días completos y que lanzó material suficiente como para formar una nueva montaña en la zona, Monte Nuovo.
También hace 200.000 años, mucho antes de que se formara la caldera actual, toda la zona estalló en una enorme erupción. Un estudio publicado en 2010 por expertos de la Univesidad de Chicago sugiere que ese evento llegó a causar un «invierno nuclear», con las cenizas bloqueando la luz solar durante años enteros.
Se ha calculado que durante esa erupción salieron a la superficie más de 3,7 billones de litros de roca fundida, emitiendo una cantidad masiva de ácido sulfúrico a la atmósfera. Según afirmó entonces Giuseppe De Natale, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano, «estas áreas pueden provocar las únicas erupciones cuyos efectos catastróficos globales son comparables a las de la caída de un gran meteorito».
Y ahora, el equipo de vulcanólogos del Instituto Nacional de Geofísica, liderado por Giovanni Chiodini, afirma en su estudio de Nature Communications que Campi Flegrei parece estar acercándose a su punto de presión crítica, lo que podría desembocar en una nueva erupción.
Durante la pasada década, en efecto, Campi Flegrei ha experimentado una serie de eventos que indican que los gases de la caldera están surgiendo a la superficie a un ritmo cada vez mayor. Por esa razón, las autoridades italianas han elevado el nivel de alerta de la zona de verde a amarillo, o lo que es lo mismo, de una situación de «calma» a otra que «requiere monitorización científica».
¿Significa esto que los habitantes de la región deberían evacuar de inmediato? Según Chiodini, no necesariamente, ya que en la situación actual resulta prácticamente imposible predecir cuál será el comportamiento de la caldera. «Por desgracia -afirma el experto-, la vulcanología no es una ciencia exacta».
Los síntomas, sin embargo, son preocupantes. Y, que nadie lo dude, antes o después Campi Flegrei volverá a demostrar de lo que es capaz. Los investigadores solo esperan que cuando llegue el momento estemos lo suficientemente preparados.