Prevén un aumento de las restricciones en el próximo Gobierno, e incluso durante una eventual transición.
E l dólar continúa con su escalada alcista, con niveles récord sobre todo en el mercado paralelo. El Banco Central de la República Argentina salió a vender casi 300 millones de dólares este martes 22 de octubre para contener la escalada. Esa contención ante la demanda creciente, que se sostiene desde las PASO, preocupa a los analistas. Incluso con la vigencia del cepo, solo en los dos primeros días de esta semana se evaporaron 857 millones de dólares, y las reservas cayeron en 1172 millones de dólares la última semana. Desde el 11 de agosto, esa caída asciende a 19.423 millones de dólares. A esa preocupación se suma el crecimiento de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo: la divisa minorista subió ayer un 0,54% y cerró en $ 61,325, mientras que el blue supera los $67 en cuevas del microcentro, con una suba de cuatro pesos la última semana. Mayor aún es la diferencia con el «contado con liquidación» (que se obtiene al comprar un bono en pesos y venderlo en el exterior por moneda extranjera): asciende a $79,59, un 30% más que el oficial. En ese marco, algunos analistas consideran insuficientes las restricciones que impuso el BCRA a la compra de divisas para personas y empresas . Por eso, los economistas consultados por PERFIL anticipan un «cepo más restrictivo» si la tendencia continúa en los próximos meses. Mauro Mazza, de Bull Market Brokers, explica a este medio: «Regular aún más la restricción de cambio depende exclusivamente de Alberto Fernández. Después de todo, el cepo fue una consecuencia de que el kirchnerismo ganara las elecciones».
En este sentido, el analista asevera que «puertas adentro» los economistas «desconfían» del ministro de Hacienda Hernán Lacunza. «Lo vemos más como un ministro de transición de Alberto Fernández que de Macri. Puede que el presidente el 28 de octubre por primera vez le haga saber que gobierna él y no Alberto Fernandez», explica. También ve como «muy probable» una «restricción total» para los ahorristas en el comienzo del verano. «Parece cantado que buscarán que ocurra en la transición», recalca. Y concluye: «Si Alberto Fernández le pide incrementar las restricciones, sabemos que hay contactos con Lacunza. Y si a la vez pide que el BCRA evite lo que pasó post PASO, cuando todo el mundo huyó al saber que venían de vuelta, en el verano ajustar el oficial a la brecha podría comerse al primer ministro para mayo o junio». «Creo que quienes piden más cepo no tienen mucha idea de lo que hablan y los peligros que acarrea», lamenta. Para Sergio Chouza, hay un factor coyuntural impulsado por los días de «efervescencia y exacerbación de los ánimos de dolarización» previo a la elección del domingo. «Está claro que eso acelera la toma de decisiones económicas en lo que viene siendo, por ejemplo, la no renovación de Leliqs por parte de los bancos, que están haciendo un desarme fenomenal», dice a este medio. «Uno tiende a pensar que en los próximos días esta coyuntura se va a agudizar. Mirando el panorama sobre la aplicación de controles de cambio, desde que se implementó tras las primarias hay una evolución influida por el Estado interviniendo para planchar ficticiamente el oficial. Es difícil pensar que si no hubiera una elección, la actitud de un Banco Central normal hubiera sido la que implementó el BCRA en este mes y medio, con ventas diarias para sostener el stock».
Sobre una presunta necesidad de agudizar el esquema de regulación a mediano plazo, para Chouza «depende de cuántas bombas haya en materia de reservas netas del BCRA». «Ahí hay especulaciones pero no está del todo claro cuál es el panorama real con el que se van a encontrar. Eso lo terminas viendo cuando haces los números finos y tenés acceso a la información verídica», considera. Según cree el economista, va a depender «radicalmente» lo que pase con el FMI y la renegociación que se haga con los acreedores privados: «Me parece que lo que salga de esa situación va a implicar consecuencias sobre cuánto tengas que agudizar o no el cepo. La realidad es que la dinámica que está habiendo en las últimas semanas, implica que de a poquito empiezan a disminuir las tasas de retroceso del turismo emisivo, se empieza a ver que ya no caen a la misma velocidad, y que bajan las tasas de aumento del receptivo. De a poquito empezamos a perder niveles de tipo de cambio real». Para Damián Di Pace, director de la Consultora Focus Market, en el escenario actual conviven dos problemáticas. «Una es que sigue habiendo pérdida de reservas a pesar de la restricción. En el mes de septiembre hubo 30 por ciento de pérdida de reservas más que en las PASO. Claramente, debería haber mayor restricción porque esos dólares argentina los necesita para cumplir con sus obligaciones con los acreedores», analiza.
«La otra situación que tiene que ver con la micro: si el dólar mayorista, que es el dólar comercial por el cual importamos y exportamos sigue en un nivel bajo, la inflación mayorista no debería tener muchos inconvenientes, pero acá el problema es la inflación minorista y ya las brechas se empiezan a cruzar. El dólar blue en el sector minorista es tomado como base». En este marco, afirma que «las grandes empresas que toman como parámetro el dólar contado con liquidación, terminan impactando en la estructura de inversiones del año que viene. Estamos sembrando inflación futura», agrega, y recalca que es probable que haya que «inhibir la cantidad de dólares que pueden comprar provisoriamente hasta poder levantar esta restricción, que no es buena». «Haciéndolo lo que vas a generar es que el blue y el liqui aumenten más la brecha, pero también vas a generar que Argentina tenga mayor probabilidad de no pagar sus obligaciones», dice. Para Di Pace, entonces la solución podría ser «acotar» el nivel de compra. «El Banco Central deberá hacer la cuenta de cuánto representa en volumen nominal de dólares lo que compran más allá de ciertos niveles. Eso va a haber que restringirlo. Es aumentar el cepo», afirma.