El presidente del Episcopado, el obispo Oscar Ojea, volvió a expresar este domingo su preocupación por la situación del país en un mensaje en el que exigió al Gobierno de Javier Milei que reparta “rápidamente” las cinco mil toneladas de alimentos para comedores populares retenidos en depósitos por la gestión del ultraderechista.
“Nos hemos enterado sobre la existencia de dos depósitos de alimentos en el Ministerio de Desarrollo Social que tienen cinco mil toneladas de alimentos guardados”, dijo Ojea en su reflexión difundida en las redes sociales.
Y agregó: «No entro en las razones por las que están guardados, pero pienso que en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión”.
“Rápidamente tienen que ser entregados. Esta sensibilidad frente al pan que yo tengo y puede faltar en otras mesas va contra todo lo que significa, por ejemplo, cuando tiramos comida”, planteó el presidente del Episcopado.
En ese sentido, mencionó “una vieja tradición cristiana asumida por mi abuela materna que me decía que cuando tirará un poquito de pan besará el pan y pensará que ese pan que yo pude comer y que no voy a comer hay otro que realmente lo necesita”.
“Esto es lo que realmente nos preocupa, que se vaya perdiendo esta sensibilidad frente a un derecho que es primario como es el derecho al alimento. Dios quiera que rápidamente se abran esos depósitos para que los hermanos con tantísimas necesidades puedan disfrutar su alimento diario”, insistió.
En su mensaje, Ojea también advirtió sobre la expansión del juego online. “Estamos muy contentos de que haya proyectos en la Cámara de Diputados” para regularlo, señaló.
“Desde que se ha legalizado ha crecido tremendamente a través de compañías que se enriquecen muchísimo a través de esto que significa para los adolescentes ‘tener un casino en casa‘”, lamentó el obispo, al advertir que en el último tiempo «ha aumentado la ludopatía» entre chicos de 14, 15 y 16 años.
“Tenemos que estar atentos a este fenómeno que entra dentro de todo el fenómeno evasivo de nuestra realidad que hace que nuestros chicos vayan eligiendo caminos ilusorios, pero también es propio de la pobreza, la multiplicación del juego. Cuando la pobreza empieza a ser grande se recurre a esto para poder ganar dinero de cualquier manera y se rompen muchísimas ilusiones, pero lo que preocupa sobre todo es en los adolescentes», concluyó