La televisión estatal siria ha calificado de «acto de agresión » el ataque con al menos 50 misiles de crucero Tomahawk a una base aérea de este país, lanzados por el Ejército estadounidense desde dos buques de guerra ubicados en el mar Mediterráneo, informa Reuters.
El ataque se produjo en la noche del jueves contra una base militar siria, desde la que, según estimaciones de la Casa Blanca, el Gobierno de Bashar al Assad llevó a cabo un ataque con armas químicas contra la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib.
Tanto el presidente Donald Trump como el secretario de Estado, Rex Tillerson, responsabilizaron al Gobierno de Siria por el ataque, a pesar de que este ha negado rotundamente el uso de materiales químicos o tóxicos en contra de sus propios habitantes.
El Ministerio de Defensa de Rusia había informado que la aviación siria llevó a cabo este martes un ataque aéreo contra un depósito con armas químicas perteneciente a los terroristas en la periferia de Jan Sheijun.
Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vladímir Safronkov, advirtió que Rusia tenía «indicios directos» acerca de la preparación de una operación militar en Siria y subrayó que «todas las consecuencias pesarán sobre la conciencia de quienes planean proyectos así».