PRONÓSTICO EXTENDIDO

La ruta de la leche robada al estado | Comienza a salir la luz como operaba la banda encargada de robar, distribuir y vender el lácteo para niños y embarazadas

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La declaración que prestó ante las autoridades judiciales Antonio Escalante, hoy un arrepentido con prisión preventiva, permitió que los funcionarios judiciales puedan conocer detalles muy importantes sobre el robo de 220.000 kilos de leche del Estado.







Además, los funcionarios podrán continuar investigando a otros eslabones de esta organización que se encargó de robar la leche, descargarla, embolsarla, transportarla y comercializarla en el circuito legal. Incluso en otras provincias. Pero también llamó la atención detalles de cómo se trataron de eliminar las cajas en las que estaba envasado originalmente el producto.

Estos detalles permiten avizorar que no se trata de una organización improvisada sino que armaron una logística importante que permitiría explicar cómo desapareció de los depósitos locales. No es una operación simple sino muy compleja que hasta pudo pasar desapercibida por las autoridades, pero la presencia de un vigilante impidió que esta organización pueda eliminar todas las pruebas.

Y es posible que ante la imposibilidad eliminar las pruebas se denuncie el faltante de leche luego de que se robaran también heladeras. En realidad, actualmente la Justicia está trabajando en varios aspectos y el aporte de Escalante es muy beneficioso, más allá de que él solo pueda tener conocimiento de algunas operaciones que se realizaron.







En tal sentido, el abogado, Juan Carlos González, confirmó que su defendido fue quien relató a las autoridades los detalles que luego fueron corroborados con otros testimonios y con los allanamientos.

LA RUTA LÁCTEA 

NORTE pudo saber que la organización habría obtenido la leche en polvo de tres lugares: los galpones ubicados en la ruta 16, un mayorista y un predio ubicado en la ruta 11 cerca del barrio Cristo Rey.

Una vez que la leche estaba en poder de la organización era trasladada hasta inmuebles relacionados con la firma Norita, de José Luis Maidana, que a su vez era el empleador de Escalante.

Ya en los galpones la leche era descargada y se volvía a embolsar. Algunas veces en paquetes grandes y en otras ocasiones en bolsas de no más de un kilo. La finalidad era colocarla en el mercado legal.

Este tipo de manipulación de un alimento pudo a su vez provocar grandes problemas de salud en consumidores, que desconocían tanto el origen de leche como las condiciones en las que era almacenada.

Dos detalles llamaron la atención: por un lado se habrían encargaron de eliminar los envases de la leche robados mientras también simulaban algún tipo de respaldo de tipo bromatológico, en caso de que se inspeccione la carga.

A su vez el arrepentido mencionó que parte de la leche fue canjeada por distintos tipos de quesos que eran Norita, una de las firmas que está afectada por la investigación. almacenados en el local comercial, que ya fue allanado por la justicia hace poco tiempo.

Estas operaciones comenzaron a comienzos de año, es decir mucho antes de que se tomara conocimiento del gran faltante en los galpones de la provincia. Y hasta contaron con una llave de las instalaciones.

También se supo que pretendieron prender fuego a los galpones, pero la presencia de gente lo impidió. La intención seguramente era que incendio reduzca todo a cenizas, algo que habría permitido ocultar el robo.

Luego de las declaraciones del arrepentido los investigadores pudieron avanzar y hasta lograron determinar dónde se pudo colocar la leche que fue envasada luego del robo.

Fuente: (Diario Norte)