Con 133 votos a favor, 94 en contra y tres abstenciones, el arco opositor encabezado por el peronismo logró aprobar el proyecto de ley que retrotrae las tarifas al 1 de noviembre de 2017 y establece un índice de variación salarial para los futuros aumentos.
Si bien la oposición sostuvo su dictamen, le realizó cuantiosas modificaciones en el recinto.
Entre los cambios más importantes, que ayudan a garantizar la aprobación del Senado, figuran la eliminación de la reducción del IVA, un tope de consumo para el acceso a la morigeración del aumento, la creación de un registro de beneficiarios de la tarifa social y la inclusión de las garrafas del gas licuado dentro del proyecto.
Luego de casi 10 horas de sesión, el presidente del interbloque Cambiemos, Mario Negri, tuvo que hacer el cierre del debate sabiendo que minutos más tarde perdería una votación importante para el Gobierno Nacional.
Ante el hecho consumado, el diputado cordobés no puedo evitar la tentación de hablar de la pesada herencia. Tan sólo atinó a reconocer que se quiso bajar muy rápido el déficit fiscal.
“El gobierno pudo cometer un error, pero lo que pasa es producto de lo anterior”, sentenció Negri y durante casi 10 minutos naufragó por los lugares comunes de las críticas a la política energética del kirchnerismo.
El titular del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, cuestionó duramente la vuelta de la Argentina al FMI, le pidió al gobierno que cambie el rumbo y le sugirió que reactive el consumo para revertir la situación.
En ese marco consideró el proyecto aprobado como una aporte y señaló que se trata de un “proyecto a favor de la gente y no en contra del Gobierno”.
Rossi remarcó: “Hoy estamos sesionando en escenario que no es complicado para nosotros sino para todo el pueblo Argentino. Yo me tengo que preguntar que hicieron para ir en dos años al fondo. Néstor Kirchner a los dos años y medio de su gestión fue y le pagó al Fondo, Macri a los dos años y medio de su gestión volvió al fondo. ¿Cómo hicieron para ir tan rápido?”.
El diputado santafesino no dejó pasar la oportunidad para comparar los proyectos económicos.
“Nosotros gobernamos 12 años y medio y nunca le hicimos pasar a la Argentina una semana como esta”, sostuvo y agregó: “Es increíble al lugar que no han llevado”.
En el final de su discurso le pidió al oficialismo “que le den el caso de un solo país que tuvo un crédito Stand by y fue exitoso”, y señaló que Kenia, Jamaica e Irak son los únicos tres país que tienen un crédito de este tipo en la actualidad.
Después, haciendo gala de una fina ironía pidió al recinto que aplauda la vuelta al mundo.
En tanto, Pablo Kosiner, a la hora de hacerse cargo del cierre por el interbloque Argentina Federal, destrozó los argumentos opositores al preguntarse si “discutir media sanción de una ley de tarifas es una mala señal” qué tendría que haber pasado cuando el Grupo A dejó sin presupuesto al kirchnerismo en 2011. Luego Kosiner se dedicó a leer una docena de proyectos presentados por miembros del oficialismo para regular las tarifas y terminó de derrumbar los cuestionamientos sobre la potestad del Congreso para discutir tarifas.
En el final de su discurso le pidió al presidente Mauricio Macri “no pensar tanto en el veto” y “que se aboque a tratar de resolver el problema porque todavía tiene una chance en el Senado”.
A su turno, Felipe Solá se encargó de remarcar la responsabilidad del gobierno y de su política económica. “Lamento que muchos de ustedes, que piensan igual que yo, tengan que estar defendiendo este saqueo”, aseguró Solá y ante las permanentes acusaciones de demagogia agregó: “El que le miente a la gente es el demagogo, no nosotros”.
Para concluir, Solá manifestó: “Nosotros sacamos la reducción del IVA para no perjudicar ni a la Nación ni a las provincias. ¿Entonces por qué hablan de costo fiscal? Porque van a salir corriendo a ponerle la guita a la empresas. Ese es el costo fiscal del que hablan. ¿Por qué las empresas no pueden poner algo de todo lo que ganaron en 2017?», se preguntó.
Más temprano, en el comienzo de la sesión, el diputado del Bloque Justicialista, Diego Bossio, fue uno de los primeros en hacer uso de la palabra. “Hoy venimos a tratar un tema que no es de la política es de la gente. Hace un rato votamos leyes en las que nos pudimos poner de acuerdo. Esto afecta a miles de argentinos», enfatizó el Diputado y agregó: “Venimos a discutir algo que está en el seno de la sociedad, lo venimos a discutir no sólo por hay acuerdo en la oposición sino porque también hay alertas que suenan dentro de la coalición de gobierno”.
Bossio también recordó: “El debate lo trajeron ustedes, la propia diputada Carrió y el presidente de la UCR, Cornejo. No vamos a permitir que nos digan golpistas”.
Por su parte, con un discurso encendido, el ex ministro de Economía Axel Kicillof, apuntó contra “las mentiras” del oficialismo. “Logramos después de meses discutir un proyecto razonable. Vamos a votar un proyecto que no sólo piensa en las empresas, sino que piensa también en la gente, en los trabajadores y en las PyMes”, manifestó.
“Sobre la cuestión tarifaria han dicho cualquier pavada. Lo que vinieron a hacer con las tarifas es cumplir el sueño de los que privatizaron todo en los 90. Lo dijo Cavallo: Esta es la conclusión de mi plan”, señaló el diputado del Frente para la Victoria.
“Sacarle todo subsidio a nuestra gente a nuestras empresas es quebrarlos. Es mentira que Argentina era el país que más subsidios pagaba. Es mentira que en Argentina se consume más energía. Es mentira también que la cuestión tarifaría sea la culpable del déficit”, detalló.
Para concluir, Kicillof remarcó: “Es mentira que tomaban deuda para financiar el gradualismo y no aumentar las tarifas. ¿Qué tenemos hoy? Deuda y tarifazos”.
El primer oficialista en hacer uso de la palabra fue Luciano Laspina quien no se animó a defender la política de tarifas del gobierno pero si cuestionó el proyecto opositor y, con tono moderado, eligió el camino demasiado transitado e endilgarle la culpa a la gestión del kirchnerismo. En medio de una crisis financiera y económica, y con cuestionamientos interno, el discurso de Laspina evadió la realidad que se vive fuera del recinto.
“El descalabró que dejó la gestión anterior dura hasta hoy. El congelamiento tarifario nos dejó sin energía para poder crecer y sin dólares en la balanza comercial”, aseguró.
Por su parte, el otro exministro de Economía que habita el recinto, Martín Lousteau, decidió defender su proyecto de minoría y cuestionar tanto al proyecto consensuado por la mayoría de la oposición como a la política tarifaría del gobierno.
A su turno, Máximo Kirchner recogió el guante arrojado por el oficialismo: “Demagogia es ir a un debate electoral a decir que no va a haber aumento de tarifas y después hay. Eso es demagogia electoral”, y le pidió a sus colegas que acompañen el proyecto para no ser «la cara del ajuste de (Marcelo) Midlin y de (Juan José) Aranguren».
Por último, para cerrar su intervención, el referente de La Cámpora enfatizó: “Tienen la suerte de tener una oposición responsable y no como tuvimos nosotros, que nos dejó sin presupuesto o que avaló el corte de rutas en la Argentina durante más de 100 días, o que avaló a las fuerzas de seguridad para que se levantaran y dejaran a los argentinos sin seguridad”.
Uno de los discursos más sólidos de la jornada la diputada del Frente Renovador, Graciela Camaño, quien expresó: “Queremos que quienes hoy votan, lo hagan sabiendo que atrás de todo este proceso de incremento de tarifas hay un tremendo negociado. Que nadie venga a decirnos que somos demagogos, o que vamos atrás de tal o cual”.
“Hay una rentabilidad excesiva e irracional por parte de las empresas de servicios. Se logró cartelizar el precio de los servicios. No hay compromiso de inversión. No hay absolutamente nada”, precisó la diputada.