De Vido fue trasladado ayer al Hospital Penitenciario de Ezeiza, donde permanecerá hasta que la Justicia defina su lugar de detención.
Acusado en causas de corrupción, su desafuero fue sometido a votación en la Cámara baja, donde el oficialismo consiguió el número necesario en una sesión especial y lo dejó sin inmunidad, tal como lo habían solicitado dos jueces federales para proceder a su arresto preventivo.
Cerca de una hora después de la votación, De Vido sorprendió al presentarse en los Tribunales de Comodoro Py junto a su abogado Maximiliano Rusconi para entregarse, cuando todas las miradas estaban puestas en su domicilio.
En ese momento efectivos de Gendarmería Nacional se habían trasladado al departamento del exfuncionario ubicado en avenida Libertador al 2200 con la intención de detenerlo, mientras que grupo de personas también se había autoconvocado allí para repudiarlo.
Al llegar a Comodoro Py, De Vido le envió un mensaje a la diputada nacional Elisa Carrió, luego de que ésta celebrara su orden de detención la semana pasada: «Mándenle champán a la doctora Carrió», aseguró el exministro de Planificación en declaraciones a la prensa al ingresar al edificio, por la entrada de la calle Letonia.
Una vez dentro, se presentó en el cuarto piso, donde se encuentra el Juzgado del magistrado federal Luis Rodríguez, quien tiene a cargo la causa en la que se lo acusa por supuesta malversación de fondos públicos a través de Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT) y allí se formalizó su detención.
El exministro se negó a responder preguntas y se remitió a un escrito presentado el lunes pasado en esa causa.
Sin embargo, le apuntó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por supuestamente aprovechar su detención para «montar un show mediático» a través de la Gendarmería y a pedido del presidente Mauricio Macri.
Tras ese trámite y luego de que el Juzgado de Claudio Bonadio lo notificara de su arresto preventivo por los sobreprecios en la compra de gas natural, el exfuncionario fue trasladado a bordo de una camioneta del Servicio Penitenciario Federal al Hospital Penitenciario Federal de Ezeiza.
En medio de un fuerte y espectacular operativo de seguridad, De Vido salió de Tribunales sin ser visto, ya que fue cubierto por escudos de efectivos de las fuerzas de seguridad.
En el hospital penitenciario se le realizaron los exámenes médicos de rutina -que podrían demorar hasta 48 horas- y luego la Justicia determinará si queda alojado en ese centro, en la cárcel de Ezeiza o es llevado a Marcos Paz.
Rodríguez había pedido la detención del exfuncionario kirchnerista en la causa por la presunta malversación de fondos en Río Turbio, mientras que el juez federal Claudio Bonadio había hecho lo mismo en el marco de la investigación por presuntos sobreprecios en la compra de gas licuado natural.
El argumento de la Justicia para solicitar su desafuero y posterior arresto se basó en la posibilidad de que De Vido pudiera entorpecer las investigaciones si seguía en libertad.
Con ese pedido, el oficialismo impulsó en Diputados la quita de sus fueros, que fue aprobada en sesión especial por 176 votos a favor, 1 abstención y ningún negativo, dejándolo sin inmunidad para ser detenido.
Por el desafuero votaron el frente Cambiemos, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Bloque Justicialista, el Frente de Izquierda y seis diputados del Frente para la Victoria, entre otros, luego de dos horas y 20 minutos de debate en el recinto, sin la participación del grueso del bloque kirchnerista.
Antes de la sesión especial, la defensa de De Vido volvió a pedir la eximición de prisión ante la Cámara Federal a través de su abogado Gabriel Palmeiro, que estuvo toda la jornada dentro del edificio: ese recurso había sido rechazado este martes por los jueces Rodríguez y Bonadio.
• Pabellón K
En caso de que del exministro de Planificación finalmente quede detenido en el penal de Ezeiza, pasará a engrosar el listado de exfuncionarios y empresarios vinculados al kirchnerismo que se encuentran detenidos en ese predio.
Permanecen en ese penal el exsecretario de Obras Públicas José López, envuelto en el escándalo de los bolsos con millones de dólares en el convento de general Rodríguez; su excolega de Transporte, Ricardo Jaime, sindicado por la irregular compra de trenes a España y Portugal; y el exjefe del Ejército Cesar Milani, acusado de delitos de lesa humanidad en la última dictadura.
Además están detenidos allí el empresario dedicado a la obra pública Lázaro Báez, implicado en la causa que investiga la llamada «ruta del dinero K», y su contador Daniel Pérez Gadín, acusado en la misma investigación.
Los hermanos Cristian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci, todos ellos acusados del triple crimen de General Rodríguez; y el sindicalista, exlíder de la seccional platense de la UOCRA Juan Pablo «Pata» Medina, también se encuentran alojados en Ezeiza.
No obstante, no todos ellos comparten los mismo sectores del predio: López, Jaime, Báez y Pérez Gadín ocupan el Módulo 6; Cristina Lanatta se encuentra en el 4 y su hermano Martín, el 3.
También están en el penal de Ezeiza otros dos detenidos que protagonizaron hechos resonantes pero sin relación con la política: Jorge Mangeri, el encargado de edificio acusado de asesinar a la joven Ángeles Rawson, y Eduardo Vázquez, el exbaterista de Callejeros condenado por el asesinato de su esposa Wanda Tadei.