El ajuste fiscal que está llevado adelante el gobierno de Javier Milei se siente cada vez más en las provincias y resiente sus arcas. Es por eso que muchas de ellas hacen malabares en un contexto en el que no solo caen las transferencias discrecionales, sino que también se achican las transferencias automáticas.
Por caso, la provincia de Buenos Aires conducida por Axel Kicillof dejó de percibir un flujo de aproximadamente $ 60 mil millones por mes. Se trata de $ 14.500 millones por el Fonid y $ 40 mil millones por el Fondo de Fortalecimiento Fiscal que motivó el litigio con la CABA. Este último punto representa el 1,18% de la recaudación nacional, porque las cifras son variables.
En relación con las cajas jubilatorias transferidas, Kicillof no recibió en marzo $ 4.000 millones.
Otras de las partidas en las que dejó de recibir BA son las relacionadas con alimentos de comedores escolares, que representan entre un 15% y un 20% del total invertido en el Servicio Alimentario Escolar (SAE) por la Provincia. También hubo una caída del Módulo Extraordinario para la Seguridad Alimentaria (MESA Bonaerense). En ese marco, Kicillof dispuso un incremento de la inversión mensual para esos programas en un 94%.
Otra provincia que sufre el recorte de Nación es Santa Fe, hoy gobernada por el radicalismo y por Maximiliano Pullaro. El santafesino recibió una provincia con un déficit de $ 130 millones que debió equilibrar en los primeros meses de gestión.
En relación con las cajas jubilatorias transferidas, Kicillof no recibió en marzo $ 4.000 millones.
Santa Fe se está haciendo cargo de insumos para salud y medicamentos de altos costos. También del refuerzo nutricional para los comedores escolares. En materia de subsidios de Transporte, Pullaro se está haciendo cargo del subsidio equivalente a $ 1.400 millones y además aumentó el boleto escolar.
El impacto de $ 3.200 millones de Fonid no pudo ser absorbido hasta el momento por las arcas provinciales. Al igual que el resto de las provincias, Santa Fe recibió $ 0 en concepto de fondos jubilatorios y se estima que la deuda que Nación tiene con la provincia es de $ 600 mil millones. Pese a ello, la provincia está haciendo frente al pago de jubilaciones.
En el caso de CABA, el impacto es menor. El distrito conducido por Jorge Macri depende menos de fondos coparticipables, y ninguno de los fondos fiduciarios que están en la mira del Gobierno para ser eliminados tendría impacto en territorio porteño.
Con todo, Macri hizo frente en los primeros meses del año al Fonid. En enero erogó $ 2.500 millones. Misma cifra en febrero y en marzo la Ciudad desembolsó $ 1.500 millones. El plus salarial que implicaba para los docentes el Fonid está siendo parte de las negociaciones con los sindicatos docentes.
En CABA el 90% de los recursos son propios, por lo que preocupa más la caída de la actividad económica que el no giro de fondos desde Nación.
En tanto en Corrientes, Gustavo Valdés decidió presentarse ante la Corte Suprema para reclamar los fondos de las cajas jubilatorias. Reclama una deuda previsional por $ 25 mil millones. Por la caída de la recaudación de Ganancias, Corrientes dejará de recibir $ 160 mil millones.
