El Presidente cuestionó con dureza a la ONU pero prefirió no pelearse con China. También anunció que Argentina abandonará la neutralidad en los conflictos internacionales.
Javier Milei evitó mencionar a China en su mensaje ante la ONU luego de que el país oriental advirtiera por la continuidad de las represas de Santa Cruz si el libertario les hacía un pronunciamiento en contra.
En ese tono, entraron fuertes críticas a Rusia, Cuba, Venezuela y los países musulmanes y una defensa cerrada al Estado de Israel a quien califico como una única democracia de Medio Oriente que «defiende las ideas de la libertad».
El mensaje de Milei no es nada novedoso y es lo que abrazan buena parte de las ultraderechas globales que, en su mayoría, no gobiernan sus países. En la narrativa de estos grupos el máximo responsable de colonizar los organismos multilaterales con las ideas del «marxismo cultural» es China pero Milei decidió no hacer mención al gigante asiático.
La paciencia del régimen comunista con Milei está cerca de agotarse y en las últimas horas el gigante asiático se encargó de mandar una señal: filtró un ultimátum al gobierno por la obra de las represas de Santa Cruz: si durante octubre la administración libertaria no firma la Adenda XII, documento clave para el avance de esas obras, la empresa dejará el país.
Desde el 18 de diciembre, permanecen paralizados los trabajos en las centrales Jorge Cepernic y Néstor Kirchner debido a la falta de esa firma que le reclama a Milei la empresa Gezhouba, que desarrolla en el complejo hidroeléctrico de Santa Cruz la obra de ingeniería china más importante que se construye fuera de territorio chino.
En la narrativa de estos grupos el máximo responsable de colonizar los organismos multilaterales con las ideas del «marxismo cultural» es China pero Milei decidió no hacer mención al gigante asiático.
Tal vez por esto, el Presidente no se metió en ese terreno y eximió a China del listado de responsables del supuesto giro a la izquierda de la ONU.
«Yo no soy político, soy un economista libertario que fue honrado con el cargo frente al fracaso de un siglo de políticas colectivistas que destrozaron el país. Quiero aprovechar para alertar sobre el camino que están transitando hace décadas y el peligro que implica que esta organización fracase en cumplir su misión original», dijo Milei en su exposición ante una sala prácticamente vacía.
«No vengo a decirle al mundo lo que tiene que hacer, vengo a decirle al mundo lo que va a ocurrir si la ONU continúa promoviendo políticas colectivistas bajo el mandato de la agenda 2030», continuó.
Luego, el Presidente hizo un reconocimiento al rol de las Naciones Unidas por haber nacido luego de la segunda guerra mundial y destacó las primeras décadas de paz y estabilidad.
Sin embargo, para Milei, el organismo multilateral abandono sus banderas iniciales para «mutar en un Leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir lo que hacen las naciones y como deben vivir los ciudadanos del mundo imponiéndooslos una agenda ideológica a sus miembros».
«La sociedad de paz y victoria basado en las naciones soberanas ha pasado a ser un modelo e gobierno supranacional de burócratas internacionales que pretenden imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vida», insistió.
En esa linea, dijo que «la agenda 2030 no es otra cosa que programa de gobierno socialista que atenta contra la soberanía, el derecho a la vida y la propiedad, obedece a intereses privilegiados para violar al libertad como durante el Covid con cuarentenas que deberían ser consideradas delitos de lesa humanidad».
La sociedad de paz y victoria basado en las naciones soberanas ha pasado a ser un modelo e gobierno supranacional de burócratas internacionales que pretenden imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vida
Milei vaticinó que «estamos frente un fin de ciclo. El colectivismo de la agenda woke se ha chocado con la realidad y ya no tiene repuesta para dar, nunca la tuvieron. Si la agenda 2030 fracasó es porque fue un programa mal concebido, siempre ocurre lo mismo con las ideas que vienen de la izquierda».
Milei recalcó que «Argentina no acompañará ninguna medida como estas» y ratifico su distanciamiento con el proyecto futuro que lo alineó el domingo con países como Sudán, Corea del Norte y Rusia.
Finalmente, Milei anunció que «Argentina abandonará la neutralidad histórica para ponerse a la vanguardia de la lucha por la libertad».
Esto significa que el gobierno tomará posiciones en cada uno de los conflictos internacionales que azotan el planeta como la guerra entre Rusia y Ucrania o el de Israel con Hamas y Hezbolá.