PRONÓSTICO EXTENDIDO

Por aumento del precio de la harina, el pan ya se vende a $100 pesos en algunas panaderías

Compartir en mis redes:

El precio del pan pasó la barrera de los $100 y desató un escándalo. Los panaderos culpan a los dirigentes del sector empresario y a los molineros por el aumento, y desde los sindicatos de Panaderos reclaman la intervención del Gobierno bajo el argumento de que aumentar el precio del pan repercute «no solo en el bolsillo de los trabajadores sino también en la inflación y la canasta de bienes y servicios y esto los dirigentes empresarios y los molineros los saben y pesar de todo toman actitudes inconsultas y autoritarias vaya a saber porque intereses inconfesables».



En el último año, el incremento de la bolsa de 50 kilos que compran los panaderos supera el 100% y la mayoría de los barrios porteños ya sintieron el impacto en el precio final del pan que ya ronda los $100 por kilo.

En algunas zonas del conurbano bonaerense y del sur de la ciudad aún se consigue a $80 o $90 pero «en los próximos días también sufrirá un alza».

«La semana que viene el kilo pasa de $95 a $100 promedio en el territorio bonaerense», dijo el vicepresidente de la Federación Panaderil bonaerense, Emilio Majori, al diario ‘Crónica’.

Como el precio del pan varía según la zona, en Capital Federal hace rato que se acerca a los $100 el promedio, pero en los últimos días parece haberlo superado.



La harina subió un 100% en los últimos 12 meses, y desde el sector panadero prevén que suba más durante 2019. Así, en panaderías de Palermo o Recoleta el kilo ya está a $110, y desde ahí la marca baja a $80.

José Álvarez, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires, sostiene que los molinos son responsables de este aumento.

«Es cierto que tienen más gastos por el aumento de la nafta y los servicios. Sin embargo, ellos a nosotros nos cobran la logística, el traslado, el precio, más el IVA, y ellos, cuando va a comprar el trigo al campo, que transportan en camiones, no pagan el flete y se lo cobran al productor».

Por su parte, Mario Véliz, ex vicepresidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA), explicó que la harina aumentó un 100% este año y que las panaderías subieron el pan entre un 15% y 17%.

En las góndolas de los supermercados del país, la harina de trigo común 000 sufrió un aumento del 149%. Según el Índice de Precios al Consumidor que confecciona el Indec, en abril del año pasado el kilo costaba kg $12,72 y en abril último llegó a $31,69.

El Secretario General del Sindicato Obreros Panaderos de Lanús salió a criticar también a los dirigentes del sector empresario y a los molineros por el aumento.

«Aumentarle el precio del pan a los pobres es sedicioso, es fascista. El aumento encubierto en el kilo de pan va a repercutir no solo en los bolsillos de los trabajadores sino tambien en la inflación que se toma a partir de la medición de las variaciones de los precios de la canasta de bienes y servicios consumidos por una familia donde el pan es indespensable. Esto los dirigentes empresarios y los molineros los saben  y pesar de todo toman actitudes inconsultas y autoritarias vaya a saber porque intereses inconfesables», afirmó Ruiz bien polémico.

«Es una locura que quieran llevar el trigo a precio internacional. Es demencial que una bolsa de harina salga $ 1.000. Los molineros son especuladores inescrupulosos.

Desde nuestra organización llamamos al Gobierno a intervenir de manera urgente en la especulación de los molinos porque será la única manera de controlar y regular el precio del pan».

«Los molineros y los dirigentes empresarios panaderiles son los grandes responsables de este aumento. Es cierto que tienen más gastos por el aumento de la nafta y los servicios. Sin embargo, ellos cobran la logística  y cuando van al campo a comprar el trigo que transportan en sus camiones, no pagan el flete y se lo cobran al productor», dijo Ruiz coincidiendo con José Álvarez.

«Combatir la clandestinidad tanto en la industria como en la comercialización, es la única manera de controlar y abaratar el precio final del pan. Al parecer a esto es lo que los molineros y los dirigentes empresarios, se resisten», dijo finalmente Ruiz.