El crimen de Sheila Ayala desprende detalles siniestros con el correr de los días. Mientras los principales acusados, sus tíos Leonela Ayala y Fabián González Rojas quedaron fehacientemente detenidos acusados de ser coautores del crimen de la chiquita, los vecinos se acercan a dialogar con la Justicia.

Y esas declaraciones parecen complicar aún más a Rojas, sobre quien pesa al menos dos acusaciones más de abuso.

Una de su propia hija y otra contra una chiquita del predio situación que no se judicializó por el silencio familiar.







Puntualmente, hace siete meses un vecino llamado Víctor Suárez fue alertado por los gritos de Leonela porque encontró a su esposo González Rojas practicándole sexo oral a una nenita.

Los vecinos quisieron linchar al sujeto pero todo se calmó cuando llegó la madre de Rojas, Elsa, quien le hizo entender a su nuera que lo que había visto no era un abuso.

Por dicho motivo, el caso no tomó conocimiento judicial algo que podría haber mandado a González Rojas a la cárcel quizá evitando así el siniestro final de la chiquita.

En cuanto al caso, se están analizando siete testimoniales sobre la declaración de Leonela, quien dijo que salió ese domingo a visitar a familiares, permaneciendo más de 8 horas fuera de su casa.

Sin embargo, su teoría puede romperse porque presenta rasguños en su antebrazo que son compatibles con un acto de defensa que podría ser de Sheila.

La Justicia acusa a González Rojas de «homicidio doblemente agravado por alevosía y por tratarse de un femicidio». Mientras que Ayala, hermana del padre de la víctima, está acusada por el delito de «homicidio agravado por alevosía» en calidad de coautora.

En tanto, se prevén nuevas pericias en el departamento donde vivían los acusados y donde se presume que se cometió el crimen.