En las últimas semanas la nueva gestión comunal tanto en el Departamento Ejecutivo como en el Legislativo resolvió avanzar con el control de las chacaritas, comercios que están sospechados de ser claves para poder comercializar metales que fueron robados.

Actualmente hay una ola de robos, tanto de medidores de agua como de cables, para poder obtener el cobre que luego es comercializado en Resistencia.

Si bien la Comuna no está actuando con la finalidad de reprimir un delito, lo hace para evitar que se llegue a comercializar y así frenar este flagelo que crece día a día, pese a todos los esfuerzos que hacen desde el Estado y las fuerzas de seguridad.Previous

Y en las inspecciones que se realizaron fueron saltando datos alarmantes, como que de las 17 chacaritas que fueron detectadas en la zona de la capital chaqueña, solo 8 están registradas. Es decir que más de la mitad funcionan informalmente.

El presidente del Concejo de Resistencia, Alejandro Aradas, indicó que podrían ser más los comercios que están en el rubro o que trabajan comprando y vendiendo metales, pero al no estar registrados cuesta detectarlos.

«Más allá de que entendemos la situación económica, estos comercios deben cumplir con la normativa vigente. Hay que hacer cumplir la ordenanza y si no cumplen no pueden operar», aseguró el edil que preside el organismo.

«Vamos a proponer que se exija, para que puedan trabajar las chacaritas, que registren todas las acciones que realizan en el libro de operaciones», indicó el concejal sobre uno de los aspectos centrales que tendrá la reforma que proponen para el sector.

«Esta exigencia permitirá determinar tanto a quién compran el bronce y el cobre, como el destino de esos bienes, que tienen una demanda importante actualmente», añadieron desde el Concejo capitalino.

También los ediles quieren trabajar para reducir el impacto ambiental que generan algunas chacaritas. Resulta que en la ronda de inspecciones descubrieron que varios comercios usan espacios públicos para sus tareas cotidianas.

«La ordenanza prevé que tienen que hacer el procesamiento puertas adentro del comercio, no tener toda la basura en la calle», planteó el concejal que está trabajando con sus pares para poner en orden al sector y evitar que estos comercios afecten a la población.

Resulta que hoy los vecinos no solo deben soportar el robo de cables o medidores, sino también la contaminación ambiental que genera este tipo de actividad en la capital chaqueña.

El edil adelantó que de momento continuarán con los controles a este tipo de comercio. Y en marzo, cuando regrese la actividad parlamentaria, avanzarán con la reforma de las ordenanzas existentes que regulan la actividad en Resistencia.

Una vez que se pueda terminar con el proceso de reforma, se podría impedir que las chacaritas y comercios similares puedan vender productos que fueron adquiridos o conseguidos ilegalmente.