PRONÓSTICO EXTENDIDO

De Vido, durísimo con Randazzo, Massa, Lousteau y Ocaña a quienes trato de «monjes negros» y que solos buscan inmunidad

Compartir en mis redes:

Desde la cárcel de Marcos Paz, donde se encuentra detenido, el diputado nacional Julio De Vido publicó una nueva carta en la que apuntó a los ex ministros kirchneristas y actuales opositores al Frente para la Victoria, Florencio Randazzo, Graciela Ocaña, Martín Lousteau y Sergio Massa, a quienes acusó de pactar con «monjes negros» para lograr impunidad y evitar «carpetazos» pero advirtió que «tal vez muy pronto nos acompañarán» en la cárcel.







De Vido utilizó la figura del «monje negro», esa persona que ejerce el poder desde las sombrasutilizando a alguien para lograr su cometido. En este caso, los ex ministros serían ese «alguien» utilizado por el poder de turno, el cual es mediático, según expuso el Diputado, y derivó en que algunos funcionarios del Gobierno anterior y opositores a éste terminen en «las cárceles de Macri».

Massa, Randazzo, Lousteau y Ocaña son, según De Vido, esas personas utilizadas por los «monjes negros». El Diputado relató que «suelen pactar con el más poderoso enemigo del Príncipe (Presidente) a sus espaldas, para lograr impunidad a futuro ante eventuales derrotas que éste tenga e incluso para usarlo en tiempo presente y para atacar a futuro, al que caracteriza como su enemigo, en el entorno del Príncipe, transformándolo en moneda de cambio de sus traiciones». 

Además, agregó que «ante la eventual caída de Príncipe, no duda siquiera en deshacerse de sus colaboradores más inmediatos que pudieran comprometerlo. Éstos, los actuales, no son sanguinarios en términos materiales como sus antecesores históricos; pero su nivel y capacidad de traición es enorme y su inmoralidad y falta de códigos, nauseabunda».

En este caso, los monjes negros necesitarán «a estos personajes (…) para destruir al movimiento nacional desde adentro. Y además, en reconocimiento por haber hecho posible desde antes del 10 de diciembre de 2015 la aparición de los candidatos que finalmente nos enfrentaron, y lo más trágico, nos hicieron sufrir una derrota humillante e innecesaria que además abrió las puertas de las cárceles para nosotros por algunas omisiones que fueron muy evidentes».







Pero advirtió que hoy esas figuras «sólo son sus sirvientes y por el momento, solo por el momento, no los acosarán con carpetazos (con los que dan lugar a las impresentables causas judiciales que armaron contra nosotros) hasta lograr injustas e ilegitimas privaciones de libertad selectivas, para llevarnos a la cárcel donde nos recluyen y en la que tal vez muy pronto nos acompañarán».