PRONÓSTICO EXTENDIDO

La Justicia investiga si el diputado del PRO, Gerardo Milman sabía que intentarían matar a Cristina

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La causa por el atentado a Cristina Kirchner acaba de tener una novedad de alto impacto. La jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rivolo investigan si el diputado nacional del PRO Gerardo Milman sabía que atacarían a la vicepresidenta.

La aparición de Milman, que responde a Patricia Bullrich, en la causa se dio a partir del testimonio de un testigo reservado que sería empleado del diputado kirchnerista Marcos Cleri. 

El testigo aseguró que el 30 de agosto -un día antes del ataque- se cruzó a Milman en el bar Casablanca, ubicado a metros del Congreso. El diputado estaba con dos empleadas y el testigo declaró que lo escuchó decir: «Cuando la maten yo estoy camino a la Costa».

La persona dijo no haberle dado importancia al supuesto comentario de Milman hasta que se enteró del intento de magnicidio a Cristina, momento en que le envió un mensaje a Cleri contando de la situación.

En el expediente constan los mensajes de WhatsApp del testigo al diputado horas después del ataque. «Marcos, ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milman con dos pibas y graciosamente decía cuando la maten yo estoy camino a la costa y se mataban de risa», decía el mensaje.

Milman habló este jueves sobre la acusación y descartó de plano haber tenido conocimiento del atentado: Hay una persona que dice que escuchó algo de mí y se presenta en la Justicia, pero no tiene ninguna prueba, salvo que estábamos en el mismo bar. Me voy a presentar mañana en la Justicia para desarmar esta operación berreta

A partir de ese testimonio, la jueza y el fiscal ordenaron una serie de medidas de pruebas que confirmaron que Milman y las dos colaboradoras estuvieron en Casablanca a la hora señalada por el testigo. En las cámaras de seguridad se los ve salir del bar e ingresar al anexo de la Cámara de Diputados.

Tras eso, Capuchetti y Rívolo citaron a declarar a las dos empleadas de Milman, identificadas como Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz. Las dos en un principio negaron haber ido a Casablanca, pero lo admitieron cuando el fiscal les mostró las imágenes de las cámaras de seguridad. 

En las declaraciones, ambas negaron que el diputado se haya referido a un posible ataque durante la conversación y sí reconocieron que se habló de un viaje, aunque una dijo que sería a Pinamar y la otra a Mar del Plata.

El 1 de septiembre Milman habría estado efectivamente en Pinamar.

Ante esta situación, los abogados de Cristina Kirchner reclamaron que se les secuestren los teléfonos celulares a las dos empleadas de Milman, pero la jueza Capuchetti lo rechazó.

Milman habló este jueves sobre la acusación y descartó de plano haber tenido conocimiento del atentado.

«Hay una persona que dice que escuchó algo de mí y se presenta en la Justicia, pero no tiene ninguna prueba, salvo que estábamos en el mismo bar. Me voy a presentar mañana en la Justicia para desarmar esta operación berreta», dijo a Radio Perfil.

Los mensajes que el testigo le habría enviado a Cleri

Este jueves el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro, calificó como «gravísimo» el testimonio contra el diputado. 

«Es gravísimo que un dirigente político de Juntos por el Cambio, del peso de Milman, mano derecha de Patricia Bullrich que es la candidata de Macri, supiera que la iban a matar a Cristina», señaló.

En tanto, el diputado Rodolfo Tailhade reclamó a Capuchetti que cite a declarar a Milman. «Es un diputado de la nación, no cualquier persona. No se puede estar dando vueltas alrededor de un tema tan serio. Si (la jueza) tiene miedo que lo llamen como testigo, pero no puede pasar tanto tiempo», dijo el legislador, que agregó que  «las dos mujeres que estaban con Milman trabajaban en inteligencia criminal en el ministerio de Seguridad».

Un dato que no pasa desapercibido en la querella es que apenas unas horas antes del ataque a Cristina, Milman se había quejado por el aumento de la custodia a la vicepresidenta.

Además, dos semanas antes había presentado un pedido de informes en el que se alertaba sobre «falso ataque a la figura de Cristina para victimizarla».