Es el contundente pronunciamiento de una asamblea de pastores de las 23 provincias. Convocan a una concentración nacional «por las dos vidas» y denuncian “la cruel frivolidad de ver al aborto como una solución rápida a problemas sociales, emocionales y egoístas”
«Nuestra posición sobre cuándo comienza la vida se apoya en fundamentos científicos, racionales y éticos», afirma el documento final del encuentro federal evangélico, presidido por el titular de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), Rubén Proietti, reunido en Buenos Aires, que congregó a pastores de 15 mil iglesias de todo el territorio nacional, representantes de una feligresía de más de 4 millones de personas.
El documento pide que se respete la objeción de conciencia institucional y convoca a una gran movilización «por las dos vidas», en el obelisco el sábado 4 de agosto a las 15 horas.
La vida, desde la concepción hasta su muerte natural, es el valor supremo, sostiene el comunicado, en el cual solicitan que «la salud pública» encuentre «propuestas que cuiden y protejan a la madre y el niño por nacer, defendiendo la vida de ambos».
«No hay vinculación alguna entre la profesión médica y el aborto -sostienen los referentes evangélicos-, por lo tanto no puede enmascararse la práctica del aborto como un servicio de salud pública. No es propio de la medicina matar a personas inocentes e indefensas».
En consecuencia, instan al Estado a «respetar la objeción de conciencia de los profesionales de la salud, y también de las personas jurídicas», es decir, «de aquellas instituciones que en su ideario incluyen en forma explícita el valor de las dos vidas».
Afirman que «se debe renunciar a la cruel frivolidad de ver al aborto como una solución rápida a los problemas sociales, emocionales y egoístas» y en cambio «abordar las causas desde la aplicación de políticas públicas para la no concreción del aborto, el acompañamiento a la mujer embarazada, la educación sexual y la mejora de la ley de adopción».
En ese sentido, destacan «el continuo y permanente trabajo» que realizan las iglesias evangélicas «en todo el territorio argentino en la contención de la mujer en crisis, en situaciones de violencia, abandono, pobreza y el acompañamiento de madres embarazadas en condición de vulnerabilidad».
Tras la media sanción de la ley de aborto libre en Diputados, la ACIERA había manifestado su «profundo dolor y preocupación» así como su voluntad de multiplicar los esfuerzos «por los derechos del niño por nacer y las madres que lo llevan en su vientre».
«Seguiremos trabajando en unidad y de manera conjunta con todas las organizaciones provida, y aquellos que están a favor de defender las dos vidas, con el firme propósito de que en nuestro país no se legisle el derramamiento de sangre inocente», afirmaron.
«Estamos desafiados ante esta segunda etapa en la Cámara Alta -dijeron-, por lo que seremos más federales que nunca en acción, y con movilizaciones de carácter nacional coordinadas de modo de potenciar los esfuerzos en todo el país, uniéndonos en oración a Dios».
En este sentido, además de la concentración en el obelisco, también habrá una vigilia de Oración Pastoral el martes 7 de agosto, frente al Congreso, en vísperas de la votación de la ley en el Senado.
Estamos desafiados ante esta segunda etapa en la Cámara Alta -dijeron-, por lo que seremos más federales que nunca en acción, y con movilizaciones de carácter nacional coordinadas de modo de potenciar los esfuerzos en todo el país, uniéndonos en oración a Dios».
En este sentido, además de la concentración en el obelisco, también habrá una vigilia de Oración Pastoral el martes 7 de agosto, frente al Congreso, en vísperas de la votación de la ley en el Senado.
(Infobae – Adrian Beron de Astrada)