PRONÓSTICO EXTENDIDO

Septiembre viene con varios aumentos y anticipan que volvería a trepar la inflación

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En medio de la expectativa que generan las elecciones primarias y teniendo en cuenta los “congelamientos” que dispuso el Gobierno en varios rubros, en septiembre habrá subas de precios en varios rubros, lo que implicará un incremento inflacionario, por encima de la evolución que se observó en julio y agosto.

En primer término, aumentarán las expensas de los edificios, como impacto directo del ajuste en los salarios brutos de los porteros en el cierre paritario para este año.

En ese caso, el aumento de los gastos comunes de los consorcios sería cercano al 10 por ciento, según estiman los administradores.

Otro incremento que se va a concretar será el de la medicina prepaga, ya en septiembre se concretará el segundo de los cuatro incrementos previstos para el año en ese sector, con ajuste de un nuevo por ciento en cada tramo, lo cual impactará de lleno en el bolsillo de la clase media.

El golpe al bolsillo para un vasto sector de la población no termina allí en el inicio de septiembre, ya que se prevé una suba en las comisiones bancarias, al menos, en las entidades más importantes del mercado.

Paralelamente, quienes tengan personal doméstico a cargo tendrán que desembolsar a partir del primero de septiembre un aumento del 12 por ciento en los respectivos salarios, de acuerdo al cierre de la negociación paritaria.

Todos estos incrementos se dan en un momento donde los últimos días de agosto también marcaron un ritmo más firme de subas en determinados productos, esencialmente alimentos.

Suba de los alimentos, inflación

Algunas consultoras económicas advirtieron en las últimas horas que el precio de los alimentos volvió a poner presión sobre la inflación durante agosto y, según estimaciones privadas, se mantuvo por encima de la barrera del 3 por ciento mensual.

El capítulo de alimentos y bebidas alcohólicas constituye una de las principales preocupaciones para el Gobierno, que aún no logró ponerle el freno esperado, a pesar de los controles y los programas oficiales.

El segmento experimentó una suba de 3,4% en julio, es decir que se mantuvo por encima del nivel general del Índice de Precios al Consumidor, que para ese entonces fue de 3%, de acuerdo con los datos difundidos por el INDEC.

Así, alcanzó un nivel interanual del 56,4%, también superior al nivel general, de 51,8%.

De acuerdo con datos de la consultora LCG, la suba de alimentos a lo largo de agosto escaló a un 3,2%, impulsada por panificados, condimentos y bebidas.

Recientemente, el ministro de Economía, Martín Guzmán, atribuyó a los efectos de la pandemia la suba de precios en artículos de primera necesidad como la comida y confió en que en agosto la inflación será «más baja que en julio».

Además, aseguró esperar que «continúe esa tendencia», aunque admitió que por cuestiones de estacionalidad puede haber «algún mes en el cual suba».

Con el dato inflacionario de julio, del 29,1%, quedó en el pasado la proyección realizada en el Presupuesto por el ministro, que había estimado ese número pero para todo el 2021.

Desde la asociación Consumidores Libres calcularon que solo en las primeras dos semanas de agosto la canasta básica de alimentos tuvo un aumento del 1,42%, mientras que desde enero la suba acumulada llega al 34,95%.

Las estimaciones de la entidad apuntan principalmente al sector de carnes y almacén como motor de los aumentos durante el período analizado.

Los porteños con caída fuerte del poder adquisitivo

Por otro lado, la consultora Analytica difundió en las últimas horas un informe en donde consigna que los porteños perdieron entre 9% y 55% en poder de compra de artículos de la canasta básica de alimentos en los últimos ocho años por el deterioro de ingresos y los aumentos de precios.

El informe realizado por el economista Ricardo Delgado analiza el poder de compra de un porteño de 40 años, según el ingreso mensual promedio que tenía durante las elecciones PASO del 2013, y las próximas de septiembre.

Según ese trabajo, un porteño compraba en el 2013 un total de 1.195 paquetes de fideos, mientras que en la actualidad solo puede adquirir 1.079, con una pérdida del 9,7% en el poder de compra.

Al analizar la compra de pan, un porteño podía adquirir en el 2013 casi 521 kilos, mientras que ahora solo llega a 372 kilos, con una pérdida del 28,6%.

La consultora releva que, hace ocho años un porteño podía comprar con su sueldo 1.367 sachets de leche, mientras que hoy solamente puede acceder con su actual sueldo a 894 unidades, lo que implica una pérdida del 34,6%.

En el caso de la yerba, en el 2013 el habitante de CABA accedía a la compra de 394 paquetes mientras que ahora sólo llega a adquirir 174, con una pérdida del 55,8%.

En el 2013 un porteño necesitaba el sueldo de 7,2 años para la compra de un departamento, mientras que ahora para lograrlo necesita 21 años.

Para pagar las boletas de gas, el porteño empleaba en el 2015 1,2% de su sueldo, mientras que ahora debe emplear un 4,7% de su remuneración mensual para pagar ese servicio.

Según el estudio, hace ocho años un porteño debía destinar el 45% de su sueldo a un alquiler, mientras ahora le consume el 81% de su salario promedio mensual.