Mauricio Macri dejó afuera a Daniel Lipovetzky de la lista de diputados nacionales oficialistas de la provincia de Buenos Aires para garantizar la reelección de Eduardo Amadeo y provocó la inmediata reacción de los militantes a favor del aborto, que lo reconocen como el arquitecto de la negociación que hace un año permitió aprobar el proyecto.
Lipovetzky supo este jueves su exclusión en la lista luego de varias reuniones con el ministro de Gobierno de la provincia Federico Salvai, quien le había confesado la presión de grupos provida para que las listas fueran equitativas entre verdes y celestes.
Hace meses ambos bandos pelean con los referentes del Gobierno y el kirchnerismo para garantizarse legisladores afines en diciembre y los Provida vienen pisando fuerte en el reparto de Diputados.
Su principal objetivo son las listas bonaerenses donde 25 de los 35 diputados que renuevan su banca votaron a favor del aborto y una distribución ecuánime les permitiría cajonear la ley los próximos dos años.
Lipovetzky, que acompaña a Macri desde su primera campaña a jefe de Gobierno en 2003, se encontró con otros dos problemas: este año debuta el cupo de 50% para mujeres en las listas y muchos hombres tendrán que ceder; y Elisa Carrió quiere ganar terreno y garantizarse un bloque numeroso en diciembre.
La última gestión por Lipovetzky la realizó el presidente de Boca Daniel «El Tano» Angelici, su compinche en los pasillos de Tribunales y enemigo de Lilita, pero Macri fue tajante: «Sólo puedo elegir dos hombres y son Waldo Wolff y Eduardo Amadeo», cerró. Al primero lo promueve Jorge Macri, intendente de Vicente López y una de las figuras más poderosas del PRO provincial.
Macri tenía dos lugares del PRO para hombres y optó por Waldo Wolff y Eduardo Amadeo. Donda le pidió a Lipovetzky que se haga kirchnerista.
Pero Angelici no encontró explicaciones del presidente sobre la preferencia de Amadeo, un peronista histórico cercano a Eduardo Duhalde y con pasado reciente junto a Francisco De Narváez.
Pesa un antecedente: Amadeo votó en contra del aborto y aquella madrugada se resistió a cambiar de opinión para garantizar su aprobación. Los conversos claves aquella noche fueron el fueguino Gastón Romá, del PRO; y los peronistas pampeanos Melina Delú y Ariel Raushenberger.
La lista bonaerense mantendría a los radicales Karina Banfi y Miguel Bazze y a Silvia Lospennato, todos verdes, como Wolff. Amadeo y otras incorporaciones ayudarían a emparejar.
La exclusión de Lipovetzky sorprendió puertas adentro del Congreso, porque en su primer mandato como diputado presidió la estratégica comisión de Legislación General, utilizada de filtro para trabar las leyes incómodas de cada Gobierno.
Ocupó además cargos en bicamerales sensibles como la de control de organismos de inteligencia, donde este año tuvo la misión de proteger a Carlos Stornelli de la causa por espionaje ilegal que investiga el juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla.
Una de las más sorprendidas fue Victoria Donda, candidata a diputada nacional, que lo invitó a sumarse al frente kirchnerista Todos.
«Lipovetzky tiene que darse cuenta de que no tiene mucho que ver dónde está. Tiene que venir con nosotros», lo invitó.
Aludía a las posiciones progresistas del diputado que no se restringieron al aborto. De todas maneras, en estos años fue uno de los elegidos por el equipo de comunicación de la Casa Rosada para defender a Macri en televisión, un grupo de chat que recibía instrucciones cada semana para dar batalla en los micrófonos. No funcionará muy bien estos meses.
